Con el objetivo de detectar oportunamente los problemas de salud derivados de un trasplante renal, estudiantes de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) presentaron el proyecto Descripción de Niveles de NGal, TGF-b, IL-10, IL-17 e IL-21 en Pacientes Adultos con Trasplante Renal Alogénico a Partir de los 12 meses Postrasplante.

Este trabajo se realiza en el laboratorio de Genética y Biología Molecular de la FM, y fue impulsado por el Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER), encabezado por la alumna Hilda Edith Noriega Jiménez del cuarto semestre de la maestría en Ciencias en Biomedicina; y asesorada por las doctoras Rosa Martha Pérez Serrano y Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea. Así como por el apoyo del estudiante Ricardo Adrián Arguello Hoyos del noveno semestre de Medicina.

Esta investigación, de acuerdo con sus realizadores, tiene como objetivo desarrollar un método de diagnóstico no invasivo, sensitivo y temprano de los primeros cambios biomoleculares en varias citosinas relevantes del sistema inmune que intervienen en el padecimiento, y así generar un perfil de riesgo para ser tratado de forma oportuna con terapias de rescate a fin de disminuir la progresión de la insuficiencia renal.

Para Noriega Jiménez, en algunos casos la detección de este tipo de padecimientos suele darse cuando existe un daño en el organismo, por lo que, a través de los biomarcadores en la sangre, se puede localizar algún problema antes de que haya un mayor problema en el riñón, además de que la toma de biopsias puede ocasionar afectaciones.

Detector de niveles de riesgo.

La sangre que proporciona esta información proviene de las muestras del seguimiento que tiene el paciente, la cual se procesa en el laboratorio, y por medio de técnicas de biología molecular se detectan los niveles de una serie de interleucinas y otros biomarcadores para observar en qué momento éstos se elevan y correlacionarlo con la clínica, para que posteriormente se haga un protocolo que indique cuáles biomarcadores se elevan o disminuyen y detectar a un paciente de riesgo. Entre los datos recabados durante esta investigación, se halló que de 2012 a 2017 había 197 pacientes trasplantados en hospitales de Querétaro, de los cuales, más de 50% tienen menos de 30 años, y que comenzaron con problemas renales sin una justificación aparente, lo cual llamó la atención de los especialistas y, ante ello, han comenzado a plantearse nuevas preguntas. Se estima que una de cada 10 personas la presentan sin saberlo, y en México ocupa el cuarto lugar en las enfermedades letales con una tasa de incidencia de 6.9 por cada 100 mil habitantes. A nivel nacional, más de 15 mil pacientes están en lista de espera por un injerto renal, y se proyecta que incremente sustancialmente en los próximos cinco años.

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