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La discusión y eventual aprobación de la Reforma Judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca elegir a través de voto directo a ministros, magistrados y jueces, ha generado un clima de nerviosismo y aversión al riesgo no sólo dentro del mercado interno, también en el exterior.
Empresarios e inversionistas nacionales, así como extranjeros, han hecho llamados al gobierno federal, y también a la próxima administración entrante de Claudia Sheinbaum, del riesgo que representa no sólo para la democracia, también para la economía y el crecimiento del país, específicamente para las inversiones.
Incluso, los representantes de las embajadas de Estados Unidos y Canadá han externado su preocupación por la aprobación en el Congreso de esta iniciativa de Reforma, ya que afectaría lo estipulado en el Tratado de Libre Comercio (T-MEC), que está a dos años de una revisión tripartita.
Ante este ambiente de incertidumbre y tensión, la cuestión es si las actuales, y las futuras, inversiones pueden correr riesgos e irse del país ante la alta volatilidad que existe.
Analistas consultados por EL UNIVERSAL explicaron que si bien las grandes inversiones puede que no se vayan del país, lo anterior sí puede representar un problema para la atracción de capital nuevo a mediano y largo plazo.
Nicolás Eguiarte Corona, director de Desarrollo de Negocios y Ventas de Banco Base, explicó que aún es temprano para cuantificar los efectos de la Reforma, además de que considerar que con este cambio en el andamiaje jurídico se debe autorizar leyes secundarias y reglamentos que le dan vida a esta nueva normatividad.
Precisó que el impacto de la reforma se puede ver en dos sentidos: el primero en una ralentización en la llegada de inversiones extranjeras, puesto que el ritmo al que había estado creciendo la inversión extranjera directa en los últimos años pudiera desacelerarse.
Mientras que en el segundo, las condiciones de confianza dentro del mercado interno sufran un golpe a raíz de la implementación de la reforma, la cual podría no dejar satisfechos o no cumplir con las expectativas del mercado.
“Ante mucha incertidumbre política, los mercados reaccionan con mucha volatilidad. Lo vemos con el tipo de cambio, el lunes amaneció con una cotización cercana a los 18.80 y prácticamente en cuatro días subió a un peso. Eso es una muestra de que los mercados siguen siendo muy sensibles ante las declaraciones de esta Reforma”, explicó a EL UNIVERSAL.
Reforma Judicial: inversiones tiemblan ante ruido e inestabilidad política
Eguiarte Corona indicó que las inversiones que vienen a México son decisiones que se toman a lo largo de mucho tiempo y son estudios que llevan bastante tiempo, es un proceso que dura mucho, porque son decisiones a largo plazo que implica que las empresas se casen con un país.
Enfatizó que los inversionistas buscan estabilidad en el régimen político, es una parte muy importante, cualquier cosa que les garantice estabilidad que no haya distensiones sociales o enrarecimiento en el clima político es una buena noticia para ellos
“Lo que nos dicen las empresas es que: México me sigue gustando como un destino de inversiones, es el vecino preferido de los Estados Unidos, tienen 14 acuerdos comerciales con el mundo, pero quiero ver en qué termina esto”, dijo.
A su vez, Mariano Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, indicó que pese a que los inversionistas están atentos y esperan cualquier cambio, la realidad es que la discusión de la Reforma Judicial sí afecta tanto por el ruido político como por la inseguridad jurídica, lo que genera una combinación negativa.
Indicó que lo que más le pega a los mercados es la incertidumbre, más que la desconfianza, ya que pasar de una situación optimista a pesar de la inseguridad, y ahora pasaron a una situación donde no hay nada claro.
A decir del analista, incluso este clima de incertidumbre podría extenderse hasta noviembre con las elecciones presidenciales en Estados Unidos.