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Las elecciones para la gubernatura de Querétaro, sostenidas hace poco más de dos meses, encontraron un ganador contundente: Mauricio Kuri. Desde ese momento ha habido mucha especulación en torno a cómo se comportará el nuevo gobierno, sobre todo en relación con la atención hacia los enormes retos que se avecinan.
Querétaro fue una de las 15 entidades donde se celebraron elecciones gubernamentales el pasado 6 de junio, sin embargo, fue uno de los pocos estados en cuya competencia no se esperaban sorpresas. A pesar de que hubo diez candidatos participando, siendo realistas la contienda se reducía a dos: Kuri, del Partido Acción Nacional (PAN), y Celia Maya, de Morena.
La derrota de Maya estuvo cantada por semanas. Su candidatura presentó una macula indeleble al haber sido elegida a la usanza de los partidos mexicanos, es decir, por dedazo por el actual presidente nacional de Morena, Mario Delgado. Pero no sólo eso, sino que desplazó a figuras de mayor simpatía por los seguidores del partido de la 4T y los ciudadanos en Querétaro, como Santiago Nieto y Gilberto Herrera, quienes se han mostrado más identificados con la causa morenista.
Por el contrario, en este contexto, y midiendo las fuerzas del partido blanquiazul en la entidad queretana, la victoria de Kuri estuvo cantada por meses. El exalcalde de Corregidora obtuvo 54% de los votos, mientras que Maya, 24%, menos de la mitad de lo conseguido por el ahora gobernador electo. Este escenario evidencia todavía una mayor inclinación del electorado en Querétaro por el PAN, por lo que se prevé que Kuri tenga un amplio apoyo ciudadano al inicio de su administración; sin embargo, eso no significa que no se deba atender con prontitud la serie de retos que el estado alberga.
Reactivar la economía por los estragos de la aún existente pandemia de Covid-19 es uno de los retos más cruciales que se presentará en el gobierno de Kuri. Se estima que atenderlo será el punto medular de la administración, lo que ayudará a las familias en Querétaro. No obstante, hay muchos otros retos a los que se debe prestar suma atención, como disminuir la inseguridad. Hubo cifras positivas y negativas de Corregidora cuando Kuri fue su alcalde, pero ahora estamos hablando acerca de todo el estado, por lo que los esfuerzos deberán ser mayúsculos y ser acompañados de resultados positivos para la tranquilidad de Querétaro.
Otros retos más son erradicar la corrupción, ampliar la rendición de cuentas y mejorar los canales de transparencia. Si la administración entrante logra conseguir resultados amplios y favorables en estos rubros, habría muchas posibilidades de que la presencia de Kuri crezca en el escenario nacional.
Sin embargo, un reto significativo en el que su gobierno debe prestar especial atención es la protección a los grupos vulnerables y erradicar los discursos de odio, intolerancia y discriminación disfrazados como “libertad de expresión” por parte de los funcionarios públicos. Querétaro no debe atravesar de nuevo por etapas donde representantes políticos de la sociedad expresen y legitimen discursos que dividan en vez de generar empatía, respeto y tolerancia. Quizá ese sea el mayor reto que se avecina en la siguiente administración.