mariana.fernandez@eluniversal.com.mx

Recrea en tu mente esta imagen: una multitud de personas corriendo al entrar a una tienda departamental. Muchos de ellos, antes de la tan ansiada apertura de puertas, durmieron por varios días afuera del establecimiento. Y es que las ofertas llegan a alcanzar cantidades exorbitantes como de 70%. Es el día en el que se inaugura la temporada de ofertas navideñas en Estados Unidos. Es el Black Friday. Del otro lado del río, con esta inspiración y con el fin de reactivar la economía, nuestras autoridades desde 2011 lanzaron lo que hoy conocemos como El Buen Fin, el cual con la edición de 2015 cumplirá cuatro años de ofertas y algunas críticas en contra.

¿Adquirir o sólo observar?

Con seguridad no encontrarás un descuento de 70% en ningún lado y hacerlo debe depender de un análisis minucioso de las ofertas y del propio presupuesto, aunque en la realidad el endeudamiento es otra posibilidad.

Esta iniciativa ha sido criticada por algunos sectores, esto debido a que se dice sólo beneficia a un sector reducido de la población, según señala una tesis en la que se realizó un análisis de esta iniciativa y que fue presentada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Se vuelve una carga económica para las clases medias y bajas, quienes compran productos y servicios ofrecidos a crédito y con “descuentos” en algunas ocasiones de forma desmedida”, señala el análisis. Esto debido a la falta de cultura financiera de los mexicanos. Así, pensar antes de ir a la tienda debe ser una exigencia para hacer una compra inteligente.

Entre las conclusiones de este análisis está el que existe una falta de regulación por parte del gobierno, lo cual genera problemas tales como el que las empresas aumenten los precios con anticipación y sean pocas las personas que se den cuenta de este aumento y de la falta de verdaderos descuentos.

En este sentido, la realidad invita a abrir bien los ojos. En días pasados la Procuraduría Federal del Consumidor detectó un aumento de entre 10% y 32% en el precio de televisiones, computadoras, teléfonos móviles y en general, de electrónicos, según informó su titular, Lorena Martínez. La funcionaria explicó que estos aumentos pudieron deberse principalmente al tipo de cambio; sin embargo, dijo que esto tendrá que ser demostrado por los comerciantes que aumentaron los precios.

Es decir, que cabe la posibilidad de que el incremento no se haya debido expresamente al fortalecimiento del dólar frente al peso y que pudiera corresponder a otras causas (como subir el precio una temporada antes, para luego poner descuentos y rebajarlo de nuevo). Las empresas que no puedan demostrar que el incremento de precio se debió al tipo de cambio, se harán acreedores a multas entre uno y uno y medio millones de pesos.

La gente que piensa comprar en estas fechas —del 13 al 16 de noviembre— permanece constante, según una encuesta realizada por Walmart de México. 32% de los consumidores piensa adquirir productos en esta edición, mientras que 24% todavía no se decide.

Lo que sí es que los que están decididos planean gastar 33% más que el año pasado y 70% lo va a hacer en efectivo (lo más recomendable es hacerlo de esta manera para no arriesgarse al endeudamiento). Lo que ellos quieren adquirir son principalmente pantallas, electrodomésticos, ropa y productos de línea blanca como refrigeradores, lavadoras, secadoras y estufas.

Sin embargo, el sector empresarial espera si no poco de El Buen Fin, mucho menos que en años anteriores. Los empresarios de este país esperan que las ventas por estas fechas crezcan apenas arriba de 5%, según el Consejo Coordinador Empresarial. Este crecimiento tan moderado —en 2014 las ventas se incrementaron 13.7% respecto a 2013— se espera debido a la disminución en el precio del petróleo y a la depreciación del peso frente al dólar.

Las recomendaciones

Ante este panorama, la primera recomendación es no dejarse llevar por la emoción de las ofertas (habría que analizar si realmente lo son) y preguntarse sí realmente se necesita o se tiene dinero para desembolsar en esto. Ojo, no porque las cosas estén a meses sin intereses es suficiente para comprar. Importa el precio, si lo puedes pagar y si es una buena oferta.

“Si no tienes muy claro qué vas a comprar en el Buen Fin, mejor no lo hagas porque vas a dañar tu economía. Si es un gasto que no tenías planeado, probablemente te hará comprar con crédito y cuando es así y no estás preparado para afrontarlo o tienes deudas previas, se hace una bola de nieve que te mete en problemas”, sostiene Vicente Andraca, jefe de contenido de Piggo. Si tienes deudas, reconócelo y primero págalas antes de embarcarte con algún artículo.

Siempre sí

Si ya decidiste que vas a comprar algo en este fin de semana, necesitas analizar si realmente puedes hacerlo, porque una cosa es lo que deseas y otra lo que te permite en realidad tu bolsillo. La recomendación Alan Gómez, director de retención de Principal Financial Group, es que analices tus finanzas personales y destines un presupuesto para esta fecha. “De esta forma no habrá posibilidad de que tus ahorros acaben en un nuevo refrigerador”, sostiene.

Si estás de acuerdo en que este gasto está dentro de tu presupuesto y no te va a generar deudas ni desbalances en tu economía, ahora viene la búsqueda del mejor precio.

“Este fin de semana habrá ofertas por todas partes, pero no todas las ofertas son iguales. Un mismo producto puede tener una variación importante de precio entre un comercio y otro”, asegura Gómez en un texto sobre el tema.

Ya que las ofertas durarán varios días, lo recomendable es que te des una tarde para recorrer establecimientos y con papel y pluma (o con la aplicación de notas de tu teléfono inteligente), te pongas a comparar precios, promociones y condiciones en cada uno. Es posible también hacerlo —al menos en lo que a tiendas departamentales se refiere— de manera electrónica, recomienda el especialista.

Y si no encuentras algo que te convenza del todo, no lo compres que ésta no será la última oferta del mundo. “No es una necesidad, ofertas siempre va a haber, el Buen Fin es una de ellas pero con el tiempo siempre habrá. Es mejor a veces esperar y cuando llegue el momento justo adquirir lo que deseas”, asegura Vicente.

¿Crédito o efectivo?

Lo más recomendable es que lo que gastes en estas fechas lo hagas en efectivo, porque muchas veces es de esa forma en la que aprovecharás realmente los descuentos. “Esa compra se debe ir a capital no a crédito, porque lo que hacen las tiendas es dar un descuento de contado pero si lo pagas con crédito es menor este descuento. El descuento real es el de contado”, explica el especialista de Piggo.

Sin embargo, si estás indeciso de si utilizar crédito o no, piensa en qué tan bien manejas tu plástico. Si eres totalero, tienes pocos meses sin intereses o en general y tienes claro qué tan endeudado estás con el crédito, entonces utilízalo pero siempre procura que siempre sean plazos cortos, porque son bienes que no generan patrimonio a largo plazo. “Si tienes que pagar algo a 48 meses, olvídalo”, sostiene Andraca.

Ahora, si ya compraste un par de cosas, puedes detenerte ahí y comenzar a destinar el dinero a otra cosa, como por ejemplo el ahorro voluntario de tu retiro, recomienda el especialista de Principal Financial Group.

Seguro que esto no será igual de divertido pero sí más valioso a la larga.

Cuidado: por ningún motivo debes gastarte el aguinaldo de forma anticipada. “A pesar de que las ofertas sean una gran tentación, no destines tu aguinaldo para pagar estas compras. Lo más seguro es que en Navidad también desees comprar algo para regalar y podrías encontrarte con tu cartera comprometida”, sostiene Alan.

Google News

TEMAS RELACIONADOS