La acción del crimen organizado vulnera las instalaciones de Petróleos Mexicanos, en regiones del país, y para reparar daños a los ductos se plantea establecer unidades especializadas en el retiro de tomas clandestinas, y presupuestar partidas a programas de supervisión de líneas con tecnología avanzada, dijo el secretario de Energía, Jordy Herrera, en la Cámara de Diputados.

Sostuvo que por delitos de esa índole, las investigaciones penales arrojan al momento que no hay vínculo directo de empleados de Pemex con el crimen organizado que “ordeña” hidrocarburos y sus productos.

El director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, dijo que el “mercado ilícito”, basado en el robo a Pemex, “se ha vuelto un problema muy serio en los últimos años”.

Herrera Flores y Suárez Coppel comparecieron ayer durante seis horas ante la Comisión de Energía en San Lázaro, llamados para explicar la situación de accidentes y robos a los ductos de Pemex, y a falta de información para responder a los diputados, ofrecieron enviar reportes por escrito “a la brevedad”, que no pueden pasar del mes de noviembre en que concluye la presente administración.

Al escuchar reclamos de la oposición del PRI, PRD, PVEM, PT, MC y NA, por el crecimiento de las actividades del crimen organizado contra el patrimonio de la paraestatal, evitaron confirmar o rebatir las cifras que los diputados mencionaron, provenientes de la misma paraestatal.

Dejaron pasar señalamientos como el de 4 mil tomas clandestinas de hidrocarburos, con valor estimado en 35 mil millones de pesos anuales, y en cambio corrigieron y desmintieron otros datos, como el costo de un proyecto de gasoducto de 3 mil millones de dólares, que desconoció Herrera Flores.

Ambos funcionarios deslindaron a Pemex de las tareas de investigación de los ataques contra las redes de distribución de hidrocarburos y derivados. Explicaron que la paraestatal tiene mil 500 trabajadores para supervisar 70 mil kilómetros de ductos.

El secretario Herrera dijo que la prevención de robo de crudo y otros petrolíferos en ductos, “se ha convertido en una tarea muy compleja que, por supuesto, es ajena a la naturaleza propia de Petróleos Mexicanos”.

Indicó que Pemex destina materiales, recursos humanos y económicos para restablecer la operación de ductos en los que se encuentran tomas clandestinas. Esas brigadas de mantenimiento combinan su trabajo ordinario con el extraordinario de reparar lo que el crimen estropea.

“Lo que está sucediendo es que lo extraordinario se convirtió en el día a día de las actividades de Petróleos Mexicanos”, dijo Jordy Herrera.

Agregó que “se tiene que dotar de mayor presupuesto para atender las consecuencias de la actividad del crimen organizado en las actividades de Pemex”. Esas prácticas de reparar lo ordinario y lo extra con las mismas brigadas, dijo, “nos está perjudicando mucho y está dañando la moral de nuestros equipos de trabajo”.

Por ello, “estamos replanteando que Pemex debe tener unidades especializadas para atacar las tomas clandestinas, e invertir en tecnología de punta para mejorar el control del sistema”, concluyó.

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