La nostalgia que traen estas fiestas decembrinas al elenco de La Fierecilla Tomada no opacó que los actores recuerden la ilusión que les daba cuando eran un poco más pequeños.

Es así que algunos de ellos recuerdan experiencias vividas como Héctor Bonilla, quien aunque ahora acostumbra regalar libros, tuvo una etapa en la que lo hizo con un balón de futbol americano para su mamá. Por su parte, Chantal Andere pudo ver personalmente al hombre barbudo vestido de rojo (aunque muy alto y delgado) y su mamá Jacqueline Andere no olvidará jamás cuando le contaron quién era Santa en realidad.

En estas fechas los famosos descansan un poco para pasar una noche llena de los tradicionales platillos junto a su familia y, al mismo tiempo, aprovechan para reflexionar.

Roberto Blandón

Para él, en casa siempre se habló más del Niño Dios que de Santa ya que considera que es una tradición más estadounidense. Pero es de la idea de que se debe dar gracias al trabajo, la vida y los seres queridos no sólo en esa fecha sino durante todo el año. “La Navidad es una época de perdón, de retomar lo que hiciste durante el año, estar con tus seres queridos independientemente de la comercialización de regalos que es el dar más que el recibir.
“Para los creyentes y los que no, es estar con Dios, así como los que hacen vigilia en temporada de Pascua”, indicó Blandón, quien cenó con su esposa para reunirse luego con tíos, sobrinos y primos en el recalentado.

Héctor Bonilla

Aunque dice no ser creyente, disfruta del anhelo que le da que su familia se junte para compartir una cena hecha con mucho cariño y hacer planes para el siguiente año. Generalmente va a una casa cerca de Querétaro para aislarse, pues en un medio como el artístico la fiesta es frecuente por lo que prefiere tranquilidad.

“Yo soy muy aburrido para el común denominador de la gente. Nomás regalo libros, pero en la familia procuramos ir más allá del intercambio para tener más regalos.

“Cuando estaba chiquito, tendría doce años, todo lo que quería en la vida era jugar futbol americano y le regalé a mi mamá un balón porque evidentemente quería que me lo retachara. No me mentó la madre porque era ella misma”, contó riendo quien refiere que fue en el año de 1976 cuando pasó la Navidad más triste al estar solo filmando en Durango.

Jacqueline Andere

La reconocida actriz sabe que la situación por la que pasa ahora el país no es igual que antes y eso se refleja cuando en las tiendas ya no hay tanta gente. Sin embargo, ha transmitido la emoción que tenía en su infancia hacia sus nietos ya que gracias a ellos disfruta más de estas fechas. “Cada día pesa más porque empiezas a acordarte de los que ya se fueron, de pronto es nostálgica pero no hay que dejarse vencer.

“Anecdótico es cuando me dijeron que no existía Santa Claus, que eso nunca debe decírselo uno a una pequeñita que tiene la ilusión. Mi mamá me hacía los regalos y alguien me dijo entonces (quién era Santa Claus) y me dio mucha decepción”.

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