Voluptuosos labios, largas y hermosas manos son los detalles que enmarca la esfinge destinada a la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), escultura que perfila en cantera de ceniza volcánica el joven artista Isidro Saldaña Leyva, siguiendo un bosquejo de Gerardo Esquivel.

“A mí se me ocurrió hacer una esfinge”, dice Esquivel en entrevista a EL UNIVERSAL Querétaro. “Hay muchas visiones de la esfinge en la escultura, pero en la visión griega tiene que ver con Edipo, la esfinge le hace un acertijo y Edipo contesta correctamente, así es como encuentra su destino, sí, su destino fatal; esto tiene dos partes, por una está la fatalidad que te rodea, lo que te va determinando, como dicen los universitarios, y por otra parte la poética de la vida de cada uno, de ir encontrando su camino”.

Gerardo Esquivel, quien próximamente expondrá en el Museo Regional y espera la publicación de Agonía moderna y arte, libro que recopila su historia creativa y la del pintor Julio Castillo, fue invitado por Teresa García Besné, directora de Difusión Cultural de la UAQ, a participar en este proyecto de creación artística que apoya el rector de la UAQ, Gilberto Herrera Ruiz.

La iniciativa, además de apoyar una propuesta artística, incluye el acercamiento de los universitarios conartistas de reconocida trayectoria. “Buscamos la forma de involucrarlos al trabajo que realizan los artistas y sobre todo ellos, artistas de gran reconocimiento”, refiere García Besné.

Con espíritu de artista. En Escolásticas, comunidad del municipio de Pedro Escobedo, es una tradición trabajar con la cantera. Actualmente son mil 500 personas las que se dedican a esta labor, creando piezas de ornato, figuras de animales e imágenes religiosas, que son las más solicitadas.

Y ahora, en dicha comunidad, se está trabajando una pieza única. En el taller de Isidro Saldaña Leyva se ve el gran avance que tiene la esfinge, mide más de tres metros y muestra largos brazos, delgados dedos y su rostro iluminado con una sensualidad extrema.

Gerardo Esquivel dio un taller de dibujo a los canteros de Escolásticas, ahí fue donde conoció a Isidro, de apenas 30 años de edad. El maestro Esquivel vio en este joven un espíritu de artista y a él le confió su bosquejo de la esfinge.

“Isidro tiene mucho futuro, en realidad él ya se dio cuenta que es escultor, tenía la idea, porque tiene unas piezas personales muy bonitas, muy buenas, pero tenía esa cuestión de decir: ‘soy cantero, soy cantero, y toda mi vida voy a ser cantero’, y ahora con esta pieza que es una traducción de una idea mía, que luego él hizo suya, él la tradujo y la talló en piedra, se reveló así mismo como escultor, eso es muy bonito”, platica con gusto el reconocido pintor.

22 años en la cantera. También con gusto habla Isidro a El UNIVERSAL Querétaro. Cuenta que su padre le enseñó a trabajar la cantera. “Ya lo traigo de herencia, esto es por herencia, tengo 22 años trabajando la cantera, dentro de todo me da gusto haber nacido en un pueblo así, con ésta tradición".

En su historial hay un viaje a Estados Unidos que realizó porque se había fastidiado de hacer las mismas figuras. A su regresó a Querétaro continuó trabajando, pero con una nueva perspectiva. Hoy en día tiene más de 80 bocetos, figuras propias que espera crear en piedra, primero tiene programado hacer 20 obras en cinco años para realizar una exposición individual. Cinco años parecen mucho tiempo, pero el joven experto dice que todo lleva un ritmo y el esculpir la piedra no es sencillo, “no es fácil darle vida a la piedra”.

A Estados Unidos y Europa han viajado sus creaciones y, aunque a veces le encargan figuras similares, nunca hace una idéntica, siempre les da un rasgo nuevo que la hace diferente. Participa en las ferias de cantera que se realizan en Escolásticas, Pedro Escobedo, Querétaro y otros lugares fuera del estado. Su interés primordial es crear, si pudiera, asegura, “trabajaría las 24 horas en esto, es que en cuando uno está enamorado de lo que hace ni lo siente como trabajo”.

En la creación de la esfinge se dio tiempo de compartir sus conocimientos con estudiantes de la UAQ. Isidro Saldaña Leyva platica que el trabajar con ellos fue “una experiencia bien bonita, traté de enseñarles que es un trabajo de mucha sensibilidad, no nada más es agarrar el cincel, es mucho trabajo personal, la técnica avanza mientras más te conoces, tiene que haber un dominio propio, muy sentimental, ya cuando te conoces disfrutas que el cincel responde a lo idea que tienes y es placentero, es algo que ya no puedes dejar de hacer y te sigues. Espero que la gente disfrute esta pieza (esfinge), como yo disfruté realizarla”.

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