El Club de Industriales fue la sede para la celebración de un evento altruista cuya finalidad fue tanto concientizar a la sociedad sobre el tema de la donación de órganos y trasplantes, como recaudar fondos en apoyo a la Asociación ALE I.A.P.

Adriana Casto de Alverde, presidenta fundadora, resaltó la importancia de continuar realizando donaciones, pues existen alrededor de 20 mil personas en lista de espera; además dijo ser un día de suma importancia en el calendario pues justo el 21 de septiembre se cumplieron 13 años de la partida de su pequeño Alejandro.

Por otra parte, Marcando Vidas destacó al ser celebrado en el marco del mes de la donación de órganos y tejidos.

“Durante este tiempo Dios me ha ayudado a que el alma de Ale trascienda a través de la asociación. Tenemos que ser más los que digamos sí a la vida, tenemos que ser más los que queramos servir. Hoy nuestro país nos necesita vivos para ayudar a otros que lo necesitan”, expresó Adriana.

La intención más allá de ser una reunión social fue transmitir a los asistentes un ambiente de fiesta, en donde la temática fue disfrutar la vida. En la entrada del recinto globos gigantes recibían a los presentes, quienes también pudieron colocar su huella con pintura roja dentro de un corazón colocado en un caballete.

La velada fue amenizada por distintos espectáculos, para comenzar, la Orquesta Bicentenario Típica de Querétaro —conformada por 20 talentosos músicos— ofreció la interpretación de un mosaico cultural.

El público deleitó sus oídos con piezas de Cri Cri entre ellas “La patita” y “El ratón vaquero”, melodías que rindieron homenaje al pequeño Alejandro; posteriormente conmemoraron a nuestro país con sones como “Tierra mestiza”, “México lindo y querido”, entre otras.

Continuando la noche, fueron abiertas las barras de bufet de platillos que fueron donados por parte de distintos restaurantes locales; platillos como sushi, empanadas, mariscos y postres consintieron el paladar de los asistentes.

La parte emotiva llegó cuando la academia profesional de danza clásica y urbana “Studio 33” subió al escenario, pues tres pequeñas acompañadas de dos bailarines presentaron la puesta en escena Punto y coma.

Para finalizar se llevó a cabo la subasta de una pintura creada por el artista Román Miranda, quien utilizó distintos símbolos para describir la experiencia de la familia Alverde a través de los años, empleando elementos como barcas, hilos rojos, trazos inconclusos, ente otros.

“Conocí hace poco a Adriana y a raíz de la plática en la que me contó su historia nació la pieza de nombre Ale, tal vez es un poco obvio pero es alusivo a la fundación y de lo que implica”, dijo el pintor.

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