Para el músico italiano Federico Foglia la vida se rige por cinco elementos, Agua, Aire, Tierra, Fuego y el más importante: Amor. Con la esencia de esos elementos, Federico planea 100 composiciones de piano.

Acqua (Agua, 2012) y Aria (Aire, 2016) son los primeros dos discos de su macro proyecto. Composiciones que nacieron de un viaje al interior del propio músico; y su misión, dice, es que cada persona logre conectarse consigo misma a través de sus canciones.

Interesado por los escenarios inusuales el músico llevó Aria, a finales del 2016, al Centro de Reinserción Social (Cereso) femenil de Querétaro, en su segunda visita a la institución. Y tiene en agenda una tercera presentación en este sitio, en marzo próximo.

Su música no es una manifestación de ego, explica Federico a EL UNIVERSAL Querétaro. “Es para mí un factor terapéutico, parto de adentro, hago un viaje interior para componer. Decidí usar este mapa de los cinco elementos para guiarme, para pasar estados de vida, para entenderme a mí mismo y entender cuál es mi rol en este planeta. Una parte ya la entendí, es como servidor público para artistas, para ayudarlos a plasmar sus ideas, y esta parte mía de regalar estas cosas al mundo y compartirlas en un escenario es una parte que amo”.

El 2017 es un año muy activo para Federico, radicado desde hace 14 años en Querétaro, enero lo comienza con recitales en la ciudad. El 15 de febrero estará en el Campus Aeropuerto de la Universidad Autónoma de Querétaro, en el nuevo Centro Cultural Hangar.

A principios de marzo va a San Miguel de Allende, el 8 de marzo será su performance en el Cereso femenil de Querétaro, después viajará a Nueva York, Luxemburgo y luego a la Ciudad de México.

Melódica, su primer instrumento. Su acercamiento a la música, recuerda Federico, “es todavía un misterio, porque en mi familia no hay músicos, no hay artistas, en ese sentido soy el primero desde que tienen memoria mis padres, que ha pisado un escenario. Mi primer instrumento fue a los 11 años, cuando en la secundaria te piden tocar un instrumento que es una melódica o una flauta, yo decidí la melódica”.

Afuera de la escuela donde estudiaba, había una tienda de instrumentos de los descendientes directos del músico italiano Paganini, ahí Federico vio un hermoso teclado, su primer teclado.

“Cuando tienes 12 años todo te parece hermoso y el teclado tenía unos pads para simular el sonido de la batería, lloré tanto que mi padre me lo compró, ese fue mi primer tecladito, dejé la melódica a un lado y toqué primero ‘Per Elisa’ de Beethoven, con un arreglo que hice, con ese tecladito fue mi primera exhibición, estuve rojo como un chile, digamos que no me fue muy bien, pero al menos hubo uno o dos fueron comentarios positivos y esos me dieron ganas de seguir; y a los 15 años compuse mi primer pieza”.

Seguía con la música pero estudiaba Letras Modernas, hasta que a mitad de la carrera dejó la universidad y una semana después abrió su primer estudio de grabación.

Visita a México, sólo por un mes. El cantautor, pintor y escultor italiano Rudy Biancardi, quien vive en Tequisquiapan, llamó a Federico para que trabajara en la producción de su nuevo material discográfico. Para Federico la oportunidad era como una especie de vacaciones, sólo era cuestión de estar un mes en México.

“Había terminado un disco de oro como productor en Italia, entonces quería unas vacaciones, y se comunica Rudy y me dice: necesito un disco nuevo. El plan era venir un mes, llegamos un 16 de noviembre, el proyecto era regresar el 16 de diciembre a casa y así no fue, me enamoré de México, vi futuro aquí, una gran posibilidad de desarrollo, luego me enamoré y me casé. Abrí el primer estudio en el 2005, por los Arcos, ahí duré del 2005 al 2008, tres años y fue un boom como productor”.

Son 14 años los que Federico lleva viviendo en Querétaro. Aquí se ha dedicado a componer para otros, a producir para otros músicos, no sólo de la entidad, sino de distintos lugares de México y el extranjero. Pero en su historia faltaba algo, algo propio para decir al mundo.

“Descubrí esa vena de composición que siempre he tenido pero que la he usado como arreglista y productor de otros, y me esperé muchísimos años antes de decirle algo al mundo, porque la pregunta que siempre hago a mis cliente es, antes de empezar un disco: ¿el mundo necesita un disco más? Y eso mismo me pregunté”.

Acqua, su primer disco, nació en un periodo de ruptura amorosa. Los temas surgieron de forma espontánea, buscaba renacer entre el llanto y la lluvia. En plena catarsis el músico se encerró con su piano y compuso 300 piezas.

“Fue a propósito que el tema fuera todo líquido, el llanto, la lluvia, era agosto, había estas lluvias fuertes de verano; y extrañamente fue un éxito internacional porque lo metí en la red, hice muy pocas copias físicas, y empezó a viajar, tengo muchos fans de Estados Unidos, Europa y México. Una asociación que hace meditaciones me pidió usar algunas piezas de Acqua para unas meditaciones globales, eso dio un empuje fuertísimo para la difusión de mi proyecto”.

Con Aria vuelve el amor, un amor que mantiene al músico entre las nubes, en constantes viajes de avión para ir de México a Estados Unidos y viceversa. “He vivido tanto tiempo en el aire que es una perspectiva distinta y privilegiada, pero digamos: ver el mundo desde arriba me desarrolló el deseo de tener una conexión de nuevo con la gente”.

Actualmente el músico se encuentra escribiendo Tierra. El proyecto contempla 100 canciones, 20 piezas pensadas para cada uno de los elementos Agua (Acqua), Aire (Aria), Tierra (Terra), Fuego (Fuoco), Amor (Amore).

En sus planes está una gira para tocar en aeropuertos, “muchos aeropuertos tienen pianos, eso la gente no lo sabe; y me interesa coordinar vuelos para hacer un show entre aeropuerto y aeropuerto. Amo tocar en lugares inusuales, por ejemplo en Inglaterra he dado un concierto sorpresa en la estación de Newcastle”.

El próximo 8 de marzo tocará en el Cereso femenil de Querétaro. En la primera vez que se presentó en el Centro, el músico se sintió como en casa, “eso sí hay mucha seguridad, las chicas estaban en un patio. Como soy muy espontáneo en lo que digo y me gusta mucho la improvisación, dependiendo de la vibra, estaba muy preocupado de decir algo inapropiado, pero fue un buen show, se creó un buen ambiente y espero que se repita”.

La música del compositor italiano está disponible en el sitio en internet que lleva su nombre: Federico Foglia. Y su trabajo como productor se encuentra disponible en la página de su estudio llamado: Fenixlab.

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