Los Fricción es un grupo que nació con la intención de reflejar las vivencias de un joven de clase media-baja del mundo real, para plasmar en sus canciones sentimientos como el amor, el odio y su inconformidad social.

Un grupo queretano de género “libre”, que suena a surf-punk y pink-pop, formado hace casi cinco años por cuatro jóvenes con una sola meta en común: vivir y disfrutar la música.

La banda está integrada por Juan Carlos Amador en la voz, Christian Torres en el bajo, Rubén Suárez en la guitarra y Luis Alberto Suárez en la batería.

Luis y Rubén decidieron comenzar con este proyecto musical a fines del 2011 con la interpretación de covers. Un año después, en abril para ser exactos, se consumó la banda con los integrantes oficiales y se logró su primera presentación en el Museo de la Ciudad.

Pese a los retos constantes a los que se han enfrentado a lo largo de estos años, los miembros de Los Fricción no han perdido la fuerza y la entrega al tener claro que para lograr una carrera exitosa se necesita perseverancia, responsabilidad, disciplina y trabajo constante.

Actualmente la banda está en proceso de grabar su primer disco, titulado Punks de boutique, el cual planea lanzar a finales de julio. Han sido teloneros de Lng/SHT, Joliette y Claudio Narea.

Con más metas a futuro, talento e historias que contar Los Fricción invitó a EL UNIVERSAL Querétaro para conocer el proceso por el que pasaron para consolidar su banda, su historia, los retos y los detalles de su álbum.

¿Qué los inspiró a formar la banda?

—Teníamos influencias de muchas bandas en especial de rock en español e indie británico, queríamos formar un sonido fresco, medio fresón y que fuera en español, pero sin perder ese sello británico, desgraciadamente con la gente que teníamos al inicio no se pudo, por decidimos invitar a los integrantes que están ahora cambiando el género, las letras y la música.

¿Cómo definirían entonces el género de su banda?

—Libre, es decir, no hay un género establecido, la gente nos dice que tocamos punk-rock, pero no creemos eso, aunque si debemos definir uno quizás sería surf-punk o punk-pop.

¿De qué bandas tienen influencia?

—De varias como Los Prisioneros, The Strokes, Blink 182, Sekta Core y Claudio Narea.

Platíquenos un poco de su trayectoria personal

—Juan Carlos Amador: A mí me late la música desde siempre, en la adolescencia quise hacer música pero no tenía el dinero suficiente para comprarme un instrumento musical, así que tuve que trabajar para lograr comprarme mi primer bajo.

Inicié aprendiendo con canciones de mis artistas favoritos, más adelante me ofrecieron participar en la banda Microbús en la que entré a los 19 años y duré alrededor de dos años y finalmente me invitaron a Los Fricción, comencé como bajista, aunque nunca fui un gran bajista, pero siempre tuve la intención, iniciativa y ganas de tocar.

—Christian Torres: Desde la preparatoria tuve la idea de aprender a tocar un instrumento pero igual no tuve los ingresos, así que gracias a que escuché a mi primo tocar en su banda en fiestas decembrinas gasté todo lo que tenía para comprarme mi propio bajo, comencé a aprender a tocarlo de forma autodidacta, con tutoriales, sacando canciones de Blink 182 y The White Stripes. Decidí el bajo gracias a mis bandas favoritas que tenían líneas de bajo sencillas, que se podían adaptar para que sonaran muy ‘chidas’. Hice una banda con mi primo pero fue más casero, después entré de bajista en la banda Cristal Líquido, en 2012, y para finales de ese año por invitación de Juan Carlos entré a Los Fricción.

—Rubén Josué Suárez: Inicié tocando la guitarra en la secundaria con la intención de ligarme a una chava que me gustaba, pues creía que si sabía tocar un instrumento lo lograría. Cuando salí de la secundaria formé una banda de primos y tíos para tocar covers en 2010 que duró como un año. Y actualmente estoy de lleno en el proyecto de Los Fricción.

—Luis Alberto Suárez: Recuerdo que fue desde cuarto de primaria que nació mi pasión por la música, en especial por el sonido de la batería al encontrarme sin querer unas baquetas y comen cé a usar todo en mi salón de clases como batería. En el 2010 formé una banda con mis primos en donde tocaba la guitarra. La batería siempre fue algo que veía como ‘quiero pegarle a cosas’, pero por los medios económicos tuve que empezar con la guitarra, solo estuve tres años y cuando pude tocar la batería inicie de manera autodidacta, después tomé un curso de seis meses y seguí de nuevo como autodidacta. Desde el 2012 que se creó los Fricción toco la batería, en el 2015 colaboré con la banda Los llévame, y estuve también en una banda de norteño.

¿Cómo fue el proceso de formalización de la banda?

—A finales del 2011 se fundó la banda con Rubén, mi hermano, y yo (Luis), comenzamos sacando covers, sin embargo, nos dimos cuenta que eran necesarias más personas por lo que invitamos a Juan Carlos (vocalista) que inició tocando el bajo, tuvimos algunos vocalistas, pero fue hasta 2012 cuando invitamos a Cristian (bajista) a tocar, entrando como bajista dejando a Juan Carlos como vocalista consolidándose oficialmente Los Fricción.

¿Cómo nace el nombre de la banda?

—Era junio del 2012 queríamos cambiar el nombre anterior de la banda, el cual no recuerdo pero era muy malo, recuerdo que yo (Luis) estaba trabajando en un mostrador de refacciones y había un poster que decía Reduce la fricción, la palabra fricción estaba subrayada con dos líneas, se me quedó toda la noche y al siguiente día lo primero que hice fue cambiar el nombre de la banda en la página oficial a ‘Los Fricción’ sin consultar a nadie, llamándonos oficialmente así desde entonces.

¿De qué hablan sus canciones?

—Nuestras canciones hablan de cada uno de los integrantes de Los Fricción, de las vivencias, experiencias y sentimientos, sólo buscamos decir las cosas sin importar si son buenas o malas.

¿Cómo es el proceso para escribir una canción?

—El proceso es muy espontáneo y se va dando entre todos, se podría decir que el proceso creativo es que no hay proceso creativo (Christian). Tardamos en crear una canción desde 10 minutos hasta meses, depende.

¿Tienen alguna canción que sea especial para ustedes?

—”Desechable” para mí (Juan Carlos) porque en 2016 se murieron algunos amigos y siempre era triste dedicar esa canción a ellos, saber que ya no están, pero nosotros sí y hay que disfrutar. Es una forma de rendirles tributo, sobrellevarlo y recordarlos.

Para mí (Christian) fue la de “Dime”, cuando me integré a la banda comencé a escuchar la letra por lo que fue algo en lo que me identifiqué mucho por el sentimiento que lleva.

¿Dónde se han presentado fuera de Querétaro?

—En Celaya, León, Puebla y la CDMX.

¿Proyectos a futuro?

—Terminar el disco y empezar gira para 2018, inicialmente en México y después en Chile.

¿Cuántas canciones incluirá el disco, qué nombre tendrá y cuándo lo lanzarán?

—El disco tendrá seis o siete canciones, aún estamos por definirlo, pero se lanzará a finales de julio o principios de agosto, ya se tiene el diseño del arte, la fotografía y se llamará Punks de boutique que tendrá como primer sencillo la canción ‘Soy’.

¿Por qué ese nombre para el disco?

—Por un libro que lleva el mismo nombre y es de Camille de Toledo, que habla de las confesiones de un joven a contracorriente. En nosotros es como una crítica social, donde criticamos a todos los que aparentan ser pero no son.

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