Este lunes empezaron las campañas electorales locales en Querétaro, serán 45 días en que tendremos la oportunidad de conocer, comparar y elegir a los perfiles que consideremos los más preparados, capaces, eficientes y honestos para tomar las decisiones en los ayuntamientos y en el congreso local. Una responsabilidad nada sencilla.

Si bien Querétaro ha estado distante del ambiente de violencia que ha marcado las elecciones en otros estados, no estamos exentos de que los ánimos de las campañas puedan escalar a situaciones que alteren la paz y tranquilidad de nuestro Estado.

Las emociones en tiempos electorales son comprensiblemente intensas. Sin embargo, cuando esas emociones se transforman en ataques personales, amenazas o actos violentos, perdemos lo más preciado de nuestra democracia: la capacidad de discutir y debatir sobre nuestras diferencias de manera civilizada y constructiva. De eso se trata la política.

La forma en que se comportan durante las campañas las y los candidatos son una ventana a su capacidad para manejar las presiones, gestionar las emociones, relacionarse con sus colaboradores y liderar de manera efectiva, además nos dejan ver el tipo de sociedad que aspiran a construir. Entrar en conflicto por una playera, una estampa o una lona nunca valdrá más que el respeto hacia las personas y sus ideas.

Cuando vemos candidatos o a sus simpatizantes recurrir a tácticas de confrontación y división, debemos preguntarnos si eso es lo que deseamos para nuestros gobiernos. Una campaña política debería ser una oportunidad para mostrar la habilidad de un candidato para unir, para dialogar y para construir consensos, no para dividir y polarizar. Recordemos que al elegir a nuestros representantes, no solo estamos eligiendo políticos, sino también modelos a seguir.

Querétaro merece elecciones ejemplares y de altura. Somos afortunados de vivir en uno de los pocos estados donde es posible marcar la diferencia con una madurez democrática ejemplar, destacando lo positivo y construyendo un ambiente político que inspire respeto y confianza.

Que sirvan estas líneas como un llamado a las y los candidatos de todos los partidos, a sus equipos y seguidores para que se conduzcan un enfoque de respeto mutuo y de juego limpio. El verdadero liderazgo se demuestra no solo en tiempos de victoria, sino también en cómo uno se comporta durante la contienda.

Hagamos que nuestras diferencias fortalezcan nuestra democracia en lugar de debilitarla. Solo así podremos avanzar como una sociedad que valora la diversidad de opiniones y la capacidad de encontrar soluciones comunes.

Las campañas electorales duran solo 45 días, después de ellas, seguimos siendo parte de un mismo Querétaro. Más allá de las diferencias políticas, compartimos un presente y futuro común. La calidad de vida, las inversiones que han llegado, la seguridad y las oportunidades de buenos empleos para todas y todos dependen de nuestra capacidad para dialogar, colaborar y convivir más allá de las elecciones.

Google News