Hace 12 años comenzaron en la Misión de Chichimecas, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato, un proyecto dedicado al rescate de la música prehispánica, con instrumentos elaborados a mano y materiales de la misma tierra. Chichimecas Jonaz, Grupo de Danza y Música Prehispánica, se ha presentado en París, Italia y Rusia, con muy buena aceptación a sus canciones en español y chichimeca jonaz, lengua original de la Misión, aunque ya no se esté trasmitiendo a las nuevas generaciones.

“Tratamos de que fuera un proyecto que se enraizara en una comunidad indígena, porque a veces se dan  mucho los proyectos prehispánicos,  pero fuera de los pueblos originarios; yo soy mestizo, no soy nativo de la comunidad, todos ellos sí son nativos de sangre pura, esa era la idea desde el principio, que el proyecto fuera de una comunidad casi  100% indígena”, explica Néstor Tovar, originario de la Ciudad de México y enraizado en la Misión.

Eduardo García Kuri (agua) es el único de los integrantes de la agrupación que habla por completo chichimeca jonaz, aprendió de sus padres “desde niño, escuchando, porque todos lo hablan; en lo que sí batallé mucho fue para hablar español, a veces se burlan porque no digo las palabras exactas, hablo medio mocho, pero como quiera no me avergüenzo, porque hablo así, lo bueno es que entiendo, si no entendiera a la mejor sí, pero entiendo en las dos lenguas”.

En la agrupación también participa Aurelio y Heriberto García, padre e hijo, que representan la danza tradicional chichimeca. Aurelio comenzó a los 13 años a involucrarse en la danza;  a sus 36 años de edad comparte sus enseñanzas con su hijo, aunque no le puede transmitir la lengua, porque a él tampoco le enseñaron sus padres.

José Guadalupe García entiende algunas palabras del chichimeca jonaz, pero “no lo sé hablar, mi mamá y mi papá sí lo hablan pero ya no nos enseñaron a nosotros, por lo mismo de discriminación  les daba miedo que uno supiera el puro idioma”.

Los chichimecas jonaz son descendientes de grupos de cazadores, recolectores y nómadas, tribus guerreras que también tuvieron presencia en Querétaro. Los instrumentos que toca el Grupo Chichimeca Jonaz son instrumentos que ellos mismos crean, usando cosas que encuentran en el campo: espinas de maguey, piedras de hormiguero, madera.

“Muchos instrumentos prehispánicos ya están en los museos y  nosotros queremos  rescatar el sonido de ese México antiguo,  como pensamos que fueron, porque no hay notas, partituras, porque cuando llega la invasión española prohíben todos esos instrumentos y los destruyen, todo es prohibido, hasta traer el cabello largo, vestirse como guerreros; por ejemplo, aquí, en la Sierra Gorda de Querétaro, habitaban los jonaces y todos esos grupos fueron borrados, nosotros de alguna u otra forma queremos reconocerlos con lo que hacemos”, agrega Néstor.

Su música habla del Padre Sol y la Madre Tierra, de los guerreros, las plantas sagradas y el resto de la naturaleza.  Tienen tres discos: “Hijos del Sol”, “Nuestras  Raíces” y “Seguimos Resistiendo”, el título de su último disco es la encomienda que tiene la agrupación, resistir para que la música prehispánica se siga escuchando.

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