Francisco Domínguez Servién informó que plantean invertir 40 millones de pesos para ampliar el bordo Azteca, que ayudará a retener agua para evitar inundaciones y hundimientos en la zona norte de la capital.

Aseguró que es un primer paso para recuperar los mantos acuíferos y evitar su sobreexplotación, además de evitar escurrimientos que dañan el subsuelo y generar riesgos de hundimiento como ocurre en la zona centro sur.

“Estamos planteando, en trabajo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), hacer una ampliación en el borde Azteca, con una inversión de alrededor de 40 millones de pesos para hacer una retención grande que nos ayudaría para que el valle tenga retención de agua y abastecer a Peña Colorada, y no dañar los escurrimientos en Jurica y Juriquilla”, dijo.

El desborde de ese bordo provocó socavones, en septiembre de 2017, en la calle Camelinas —que conduce desde Paseo de la República al Pueblo de Jurica—, que cobró la vida de un taxista; por ello, una de las metas es tener más retención para evitar la filtración y reblandecimiento de la tierra.

El gobernador agregó que revisarán con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el control de la explotación de las ciencias Lerma y Pánuco, que sirven de fuente de agua a los estados de Guanajuato, Jalisco, Ciudad de México, así como en Querétaro.

“El 60% del agua de Querétaro se abastece del acueducto II; sin embargo, entre todos debemos generar la cultura del cuidado de esa obra. Además, las cuencas de Lerma y Pánuco no sólo extrae Querétaro, sino la Ciudad de México, Guanajuato y Jalisco. Debemos cuidar entre los estados porque tenemos solamente lo permitido”, explicó.

Dicha sobreexplotación genera los hundimientos en la zona de centro sur y la Terminal de Autobuses de Querétaro (TAQ); de manera que la generación de mejores bordos, de la limpieza de éstos y de las presas ayudará a evitar estas condiciones en el suelo.

De acuerdo con Diana Ponce, consejera nacional de Cambio Climático, deben generarse medidas de cuidado y prevención, para racionar el líquido.

La especialista indicó que la sobreexplotación genera escasez, mientras que la falta de mantenimiento de drenaje provoca que cualquier lluvia, fuerte o extrema, inunde la ciudad y con ello dañe las calles y el subsuelo.

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