De acuerdo con el director de Fomento y Regulación Sanitaria de la SESEQ, Alejandro Tenorio Barrientos, durante diciembre, igual que en septiembre, se incrementa la venta de bebidas adulteradas en la entidad, por ello el reforzamiento de operativos por parte de la dependencia en los establecimientos para evitar esta situación.

Los operativos, resaltó, se realizan principalmente en la zona metropolitana y en determinadas épocas del año esta situación se debe a que la prueba para detectar si una bebida esta adulterada no se realiza en el estado.

La muestra tiene que ser enviada a un laboratorio en la Ciudad de México con un costo de más de tres mil pesos, y los resultados se entregan en 15 días”, aseveró el funcionario.

Detalló que durante el 2012 se realizaron únicamente 15 operativos a antros y restaurantes de los municipios de Querétaro, Corregidora y San Juan del Río.

“En este año se iniciaron más de tres procedimientos por vender alcohol a menores de edad, ya que es una prueba que es difícil de elementar ya que de manera visual vemos si la persona pudiera aparentar menos de 18 años se inicia el procedimiento, pero es muy tardado”, refirió.

De igual forma, indicó que son pocos operativos los que se realizan en el tema, atendiéndose principalmente por denuncias ciudadanas, en la cual se supone o se presupone pudieran estar vendiendo bebidas adulteradas.

“En un periodo de un año y sobretodo en las fiestas de septiembre y Navidad llegan a mandar cerca de 20 botellas al análisis, siendo que de todas las que se han enviado ninguna ha tenido una detección de adulteramiento”, refirió.

Explicó que cuando personal de la dirección acuden a realizar el examen revisan únicamente tres botellas por establecimiento.

“No hemos podido detectar nada, pero a lo mejor lo ideal sería que fuera de manera rápida, inmediata en el lugar, porque a veces se ha complicado cuando nos dice la ciudadanía que hay bebida adulteradas y cuando vamos no se encuentra nada”, comentó.

Tenorio Barrientos comentó que dentro de las verificaciones que se están realizando son la revisión de las etiquetas y la procedencia de la botella, en este sentido, destaca la importancia de que los vendedores de las bebidas tengan las facturas que indiquen dónde las compraron.

“Nosotros tuvimos conocimiento de unas botellas de mezcal que llegaron son etiquetas de Guanajuato que al final tuvieron una sanción porque no llevaban el etiquetado adecuado”, comentó.

Y es que, dijo, la dependencia debe obtener los datos del establecimiento y de la distribuidora, ya que en caso de resultar positivo las muestras deben saber contra quién actuar.

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