Ubicado en las calles de Madero e Ignacio Pérez, en el centro de la ciudad, la familia Valencia alimenta a miles de queretanos en un tianguis ambulante donde venden quesadillas.

Mario Lázaro es uno de los cinco encargados de dar el servicio. El puesto lo recibió de herencia en vida por parte de su suegra, María Valencia.

Hace 18 años, María Valencia comenzó a vender comida en el tradicional tianguis del cruce de calles en el centro de la ciudad y decidió que sus hijas e hijos continuaran con el trabajo al que dedicó toda su vida.

“Mi suegra es la que comenzó porque ella cocina muy rico y siempre vendió comida en este tianguis de Madero e Ignacio Pérez. Ella nació aquí en la ciudad y se mantuvo trabajando toda su vida, ella misma dice que aprendió a cocinar antes de caminar, por lo que nosotros decidimos apoyarla con esta venta pues ya es una persona mayor, pero sigue cocinando”, explico Mario.

Yernos e hijos decidieron continuar con la tradición familiar de saciar los estómagos de los habitantes de la zona centro de la ciudad, vendiendo quesadillas donde mezclan 15 diferentes guisos.

Cocinando y atendiendo a los clientes con rapidez y una sonrisa, Mario narra cómo ese negocio les ha generado un ingreso para subsistir.

Trabajan de martes a domingo, venden 20 kilos de masa al día.

Uno de los comensales, Juan Hernández prefiere acudir a estas quesadillas a pesar de existir otro puesto similar a tan solo tres metros de distancia.

“Lo que las hace únicas es que siempre te tratan bien, nunca te hacen caras y la comida es muy sabrosa, si quieres que te hagan una gordita tamaño especial, mas grande de lo que normalmente venden, sólo la tienes que pedir para que te la preparen con lo que tú quieras”, dijo el cliente.

La familia Valencia decidió mantener la buena imagen del negocio por lo que los hijos y yernos no descansan. “Aquí se necesita más movimiento, para que el servicio sea un poquito más rápido y como ella (María Valencia) ya es grande, pues no se puede mover como antes. Además, tenemos que lidiar con los otros vendedores y los que nos traen los refrescos, ella ya no puede con todo”, aseguró Mario.

Diariamente se cambia el menú de guisos, pero la característica principal de este negocio es que tienen que ser 15 preparaciones todos los días, además de los 16 kilos de queso que utilizan a diario.

Ellos buscan calidad en sus ingredientes para saciar el apetito de sus clientes regulares.

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