Han pasado casi tres años desde que se conocieron en el silencio de la Basílica de San Pedro. Esta noche, el presidente Enrique Peña Nieto recibirá al papa Francisco en el Hangar Presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Será una ceremonia breve y sobria. De acuerdo con información recabada por EL UNIVERSAL, el mandatario y la primera dama Angélica Rivera arribarán al hangar a las 19:20 horas. Hay cinco mil invitados para una recepción de 20 minutos.

El Presidente de México y su esposa recibirán al Obispo de Roma al pie del avión que lo traslada de Roma —con escala en La Habana—, a las 19:30 horas. Habrá una breve presentación de la comitiva oficial mexicana y se despedirán. El Pontífice iniciará su camino a la Nunciatura.

Peña Nieto y el Papa se conocieron el 19 de marzo de 2013 durante la salutación que realizaron los jefes de Estado que acudieron a la misa por inicio del papado de Francisco en la Plaza de San Pedro.

Lo acompañaron el entonces canciller José Antonio Meade y el titular de Hacienda, Luis Videgaray; Paloma Guillén, en ese momento subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos y quien era el embajador ante la Santa Sede, Federico Ling Altamirano. Ahí el Presidente lo invitó por primera vez a México.

Ese día, el Presidente calificó como “cálido, amable y fructífero” el primer encuentro con el Santo Padre, en el que expresó el respeto de México hacia el jefe del Estado Vaticano.

En ese diálogo, Su Santidad recibió de manera cordial la invitación del mandatario. Un año después, el 6 de junio, Peña Nieto viajó nuevamente a Roma. El papa Francisco lo recibió en una audiencia privada y otra vez fue invitado a México y aceptó.

Aquel día el presidente Peña Nieto y el Papa se sentaron frente a frente, en la soledad de la biblioteca del Pontífice, a un lado del Salón del Trono.

Habían pasado 14 meses desde el día en que Peña Nieto asistió a la Basílica de San Pedro para participar en la ceremonia del inicio del papado de Francisco. Fue acompañado por su esposa, por su hermano y tres de sus hijos, e integrantes del gabinete.

Hablaron media hora de los migrantes, la pobreza y la Cruzada contra el Hambre, de las reformas emprendidas en México, de la relación de respeto y armonía entre el Estado mexicano y la Santa Sede. Jorge Mario Bergoglio aceptó la invitación sin definir fecha.

Intercambiaron regalos: el Presidente le obsequió una réplica de la imagen de la Virgen de Guadalupe y una camisa de la Selección Nacional de Futbol. El Pontífice, un escudo del Vaticano con el croquis de la Plaza y la Basílica de San Pedro en bajo relieve. Regalos discretos, sin lujos.

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