A nivel estatal Querétaro registra un déficit en producción de miel contra consumo de 70.5%, pues en la entidad se consumen 600 toneladas de miel, promedio anual, y se producen únicamente 177, lo que se traduce en un déficit de 423 toneladas que se importan de otras partes del país.

Durante la primera Jornada Apícola, en la que participaron productores, académicos y representantes de los gobiernos estatal y municipal, se informó que de 1984 a 2015 el inventario apícola estatal se redujo en 82.59%.

En el periodo en cuestión el registro de colmenas pasó de 33 mil 200 a 5 mil 778, de acuerdo con el Anuario Estadístico del Sector Rural 2015.

Trascendió que se necesitarían al menos 20 mil colmenas para cubrir la demanda estatal y después pensar en mercados internacionales, por lo cual se busca hacer un frente común para impulsar la actividad.

Uno de los factores más importantes que se advierten este sentido es fomentar el crecimiento del inventario apícola, por una parte, y por la otra la capacidad de producción de los apicultores del estado.

Por municipio, Querétaro concentra el 48% del inventario estatal registrado al 2015 en el Anuario Estadístico del Sector Rural, con 3 mil 239 colmenas; en importancia le siguen El Marqués y Colón, en donde se contabilizan 746 y 668 colmenas, respectivamente.

Otras demarcaciones que de igual forma figuran en el mapa estatal por su contribución al inventario son Jalpan de Serra, con 450 colmenas; Huimilpan, con 334; San Juan del Río, con 312; Arroyo Seco, con 240; Corregidora, con 220 y Landa de Matamoros, con 164.

Por volumen de producción Querétaro aporta 102 toneladas; El Marqués, 27; Colón, 11 y Huimilpan 10. Le siguen San Juan del Río y Corregidora, con un promedio de 8 toneladas cada uno.

Jalpan de Serra, Pinal de Amoles, Arroyo Seco, Landa de Matamoros y Tolimán registran producciones por debajo de las cuatro toneladas.

“Es importante que le demos un contenido más científico y de apoyo al sector a través de instituciones como la Universidad Autónoma de Querétaro para que podamos tener (por ejemplo) productos más específicos”, apuntó Alberto Muñoz Ramírez, director de Desarrollo Rural y Agropecuario del municipio de Querétaro, quien destacó la urgencia de un mercado más organizado para tener productos con mayor valor agregado.

Expuso que un mercado que se está abriendo, y en el cual se presentan importantes oportunidades para la apicultura, es el ecoturismo. En este sentido Muñoz dijo que se tiene planeado la conformación de rutas ecológicas, para lo cual se firmarán convenios de colaboración con los apicultores con el fin de insertar de manera paulatina módulos de producción apícola dentro de estas rutas.

El funcionario municipal distinguió dos vertientes en importancia en relación con la apicultura: una socioeconómica, en la cual una gran cantidad de familias dependen de esta actividad (se estima que a nivel nacional hay alrededor de 45 mil apicultores que trabajan 1.9 millones de colmenas en el país).

Otra importancia, la ecológica, deja entrever que la actividad apícola mejora las condiciones ambientales, al ser la abeja el principal polinizador para uno de cada tres alimentos, lo que sitúa a la apicultura en la base de la pirámide alimenticia.

Retos. Unificar a los apicultores integrándolos en una cadena productiva eficiente y eficaz, con instrumentos de capacitación técnica, se advierte como uno de los principales retos que enfrenta la apicultura en Querétaro.

Alberto Muñoz destacó que esto de alguna forma ya se está logrando, a través de los programas de extensionismo que tiene la Secretaría de Desarrollo Agropecuario estatal.

No obstante, reconoció, la realidad es que nada más 47% de los apicultores, para el caso del municipio de Querétaro, echa mano de estos recursos toda vez de tener acceso a programas de capacitación.

“Hay que tener un programa sanitario para reducir la incidencia de las enfermedades que hoy en día impactan en la capacidad productiva de las abejas y hay que aumentar la productividad, mejorar la rentabilidad de las colmenas y controlar el precio y no que el precio nos controle a nosotros”, explicó.

Señaló que, por su parte, el municipio de Querétaro ofrece 29 mil 800 hectáreas totales de cultivo, de las cuales 11 mil 500 son de temporal.

“Tenemos una altitud media de mil 820 metros, una precipitación pluvial media de 683 mm y una temperatura promedio de entre 18 y 28 grados centígrados, condiciones ideales para las abejas, además de gran variedad de plantas nectaríferas y poliníferas”, acotó.

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