GUADALAJARA.— Hay cosas que nunca cambian. Las uñas presumen el mismo esmalte negro. Como en sus mejores años como centro delantero. La cabellera permanece larga, aunque ahora la lleva recogida. Usa corbata. Pero es el mismo de siempre. Francisco Palencia sonríe durante su presentación como nuevo director de futbol del Guadalajara.

En la institución rojiblanca, su base será Los Ángeles. Se encargará sobre todo de Chivas USA. Pero también tendrá ingerencia en el Rebaño Sagrado. Hoy, su experiencia llega en un momento clave. Llega a pocos días del Clásico Nacional. Y pocos como él saben lo que es odiar deportivamente al América, pues jugó en sus principales adversarios: Cruz Azul, Guadalajara y Pumas.

Con el plantel rojiblanco ya ha platicado. Conoce a algunos. Con otros, recién empieza una relación. Pero a primera vista, el flamante director de futbol emite un diagnóstico positivo: “Chivas tiene calidad”. Juan Francisco Palencia confía plenamente en los hombres que dirige Benjamín El Maestro Galindo, de cara al Clásico.

“Ya tuve una charla, cuando Dennis [Te Kloese, presidente deportivo] en Ciudad Juárez, me presentó al cuerpo técnico. Estuve conviviendo con el grupo todo el tiempo”, señala.

“Me siento con ellos, hablamos de futbol, damos opiniones con los jugadores. Aunque los conoces de vista, apenas estoy involucrándome y refrescándome de alguna manera. He tenido la oportunidad de hablar con Reynoso, con Michel, algunos como Rafa [Márquez Lugo] y Luis [Pérez], El Chatón, cené con ellos y tienen muy claro lo que es representar a esta institución”, explica.

Enseguida ofrece un rotundo voto de confianza al plantel, previo al trascendental encuentro del domingo. “Saben lo que significa un Clásico. Mi labor es simplemente darles ánimo, porque calidad tienen y saben lo que se juega en este partido. Involucrarme con ellos es más bien reafirmar el profesionalismo que siempre hemos tenido”, sentencia Palencia.

En 2005, cuando era futbolista, fue prácticamente obligado a salir del Guadalajara. Lo enviaron a Chivas USA y no se fue convencido; pese a ello descarta diferencias con Jorge Vergara.

“Nunca hubo una diferencia, siempre la gente saca sus conjeturas, pero diferencia nunca hubo. Yo me lo encontré un mes después de que me fui y estábamos viendo el Chivas-Barcelona en el mismo palco, hablamos y no pasa nada. Al principio me fui escéptico, porque no conocía la Liga a fondo, pero cuando estaba allá, ya no quería regresarme de la MLS”, relata.

Pumas, de amor y de desamor

Y cuando dejó la MLS, su destino fue Pumas. Ahí, encontró a lo que llamó su “verdadero amor”. Se sintió identificado y lo expresó públicamente. Eso le genera cuestionamientos a los que responde.

“El cariño [por Pumas] es evidente, no te voy a decir que no, pero Chivas siempre me trató muy bien, tengo amigos aquí, con Jorge nos encontramos y hablamos. Mi hijo nació en Guadalajara y también tengo cariño por esta institución. Cuando te ofrecen un buen proyecto, con una estructura buena, en un lugar donde me trataron bien, serías una persona que no está bien si te la piensas para venir a tomar este trabajo”, asegura.

Es paradójico: el amor por Pumas produjo desamor con la afición de Chivas. Su contratación ha sido recibida con escepticismo. Hay críticas. Y responde a ellas.

“Vengo a trabajar y a dar lo mejor de mí por el bien de Chivas, como lo hice como futbolista, para ver al equipo como el protagonista que todos queremos”, concluye.

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