MADRID.— El Real Madrid puso pie y medio en la final de la Copa del Rey al golear 3-0 al Atlético de Madrid, gracias a un extraodinario despliegue físico, el dominio de la posesión, el talento joven de Jesé y una buena dosis de fortuna.

Las semifinales de Copa se abrieron con un encuentro de enorme tensión en el Bernabéu, en el que el Real Madrid superó con claridad al actual campeón del torneo, muy presionado y sin ambición. Todo lo contrario que el equipo blanco.

El partido tuvo una tensión propia de unas semifinales de Copa. Como se esperaba, el Atlético apostó por el repliegue intensivo y cedió la posesión al Real Madrid, que manejó el balón con criterio.

El conjunto blanco aprendió de los errores cometidos en el partido de la Liga española y puso ritmo en su juego. Le ayudó Luka Modric, muy bien en la creación, y sobre todo, Jesé. Gareth Bale se cayó del equipo por nuevas molestias físicas y su sustituto volvió a acaparar protagonismo por su dinamismo.

Emiliano Insua ayudó al portugués Pepe (17’) y Miranda hizo lo propio con el argentino Ángel di María (73’), para ser los culpables de que el Madrid consiguiera una buena ventaja en este duelo de ida de la ronda semifinal de la Copa, con goles en propia meta; Jesé fue el otro anotador del cotejo (57’).

Récord para Íker Casillas

El arquero Íker Casillas, capitán del Real Madrid, prolongó ayer su estado de gracia ante el Atlético de Madrid, en el primer capítulo de las semifinales de la Copa del Rey, competición en la que esta temporada no ha recibido ningún gol y ha logrado un récord del club, con 772 minutos sin ser batido.

Casillas extendió también su buena racha en derbis madrileños ante el Atlético de Madrid. Tan sólo perdió el primero que disputó, el 30 de octubre de 1999, cuando entró al terreno de juego con el duelo sentenciado (1-3), por la expulsión del portero argentino Bizarri.

Desde entonces suma 24 derbis sin perder: 21 en Liga y tres en el torneo copero.

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