Hace ya 162 años, en un 8 de marzo, cuando un grupo de mujeres de la industria textil, decididas a mejorar sus condiciones laborales en la empresa Cotton Textil Factory, en Nueva York, EUA; tomaron las calles de la Gran Manzana, con la firme intención de reclamar sus derechos. Sin embargo, el saldo fue desastroso: 129 trabajadoras muertas y miles de heridas.

La lucha por la reivindicación de los derechos fundamentales, laborales, sociales y políticos de las mujeres, ha sido una disputa constante que ha costado sudor, lágrimas y sangre. Lucha que no ha terminado y que sigue en pie por lograr una efectiva igualdad de género.

A nivel internacional, nombres como Susan B. Anthony, Virginia Woolf, Marie Curie, Simone de Beauvoir, Indira Ghandi, Eva Perón, Rigoberta Menchú, entre otras; destacan en la reseña histórica de esta lucha, sentando las bases de un proyecto inacabado que aún persiste en un ideal superior: la igualdad de las oportunidades.

Mientras que, en nuestro país, destaca el talento de mujeres como Sor Juana Inés de la Cruz, Ángela Peralta, Frida Kalho, Tina Modotti, Elena Poniatowska y muchas otras que, en contra del estatus quo de la época y de sus propias costumbres, levantaron la voz para exigir la igualdad de trato y de oportunidades.

De igual manera, como olvidar la lucha emprendida por las sufragistas Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche, Esther Chapa, Raquel Dzib Cicero, Amalia González Caballero y tantas otras que han luchado al lado de la adversidad, por conseguir ese propósito superior.

En este sentido, gracias al esfuerzo, dedicación, ejemplo y conquistas obtenidas por esas mujeres, es que hemos logrado, de forma gradual y parcial, ciertos avances en el tema.

Por ejemplo, con la reforma constitucional de 2014, se garantizó la igualdad de género en la postulación de candidaturas y, en consecuencia, el Congreso de la Unión reúne, por primera vez en su historia, la mayoría de mujeres, conformando alrededor del 52% de sus integrantes.

Asimismo, por segunda vez en la historia del Estado de Querétaro, las mujeres somos mayoría en el Congreso Local.

Sin embargo, la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres aún está en gestación; pues la realidad nos muestra una cara más trágica que aun, como sociedad, no hemos podido borrar.

Me refiere a los altos índices de violencia, marginalidad y discriminación que día con día experimentan las mujeres.

Basta con recordar los atroces casos de feminicidios, trata de personas y acoso sexual que se registran en nuestro País; así como la poca participación de las mujeres en áreas torales para la toma de decisiones, tanto del sector público como privado.

En este sentido, rindo el más alto homenaje a todas aquellas mujeres que, desde cada una de sus “trincheras”, han luchado por equilibrar la balanza en un entorno de varones, pero también invito a todas las mujeres que estamos viviendo esta coyuntura histórica, a que sumemos esfuerzos y cerremos filas en pro de un México más equitativo, imparcial y justo.

Diputada local del PRI @AbigailArredondoRamos @AbiArredondo

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