Esta semana que corre, concluye la primera mitad de un año trascendental para todos los mexicanos, pues coincide con el proceso electoral donde cada uno de nosotros deberemos expresar nuestra voluntad ciudadana para la votación de un gran  número  de cargos de elección popular y hasta el día de hoy, hemos sido testigos de las campañas políticas a través de una infinidad de medios. Acudir a votar es una importante responsabilidad que va acompañada de uno de los más grandes valores que debemos conservar siempre y que es: la libertad de hacerlo.

Hablando de otras libertades, estamos a la mitad de uno que ha sido declarado el año de las aves, por consenso de  asociaciones como National Geographic, National Audubon Society, BirdLife International y el Laboratorio de Ornitología de Cornell. Ello en celebración del primer centenario del Tratado de Aves Migratorias, firmado en 1918 por el Congreso de los Estados Unidos y que desde entonces busca proteger a más de mil especies en peligro de extinción.

Como fotógrafo, he tenido el privilegio de capturar en imágenes muchas aves y descubrir la maravilla de la diversidad, beneficios y de la belleza que cada una de ellas aporta a este planeta. Por eso, no quiero dejar de compartirles, en estos meses donde los colores han estado tan cerca de nosotros, un par de ejemplares de aracaris o tucancillos, que hacen gala de su colorida personalidad, como lo han hecho los candidatos a lo largo del país y también en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

Twitter: @GerardoProal

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