Eres joven y sueñas con salir de casa de tus padres. Pero no sólo eso, sino que ya estás haciendo planes y estás buscando un lugar. Justo estás por buen camino, porque si algo se necesita en este momento, es una buena planeación. En México los jóvenes salen cada vez más grandes de la casa familiar debido a factores como la situación económica y al elevado precio de las rentas y de los bienes raíces.

De hecho, no muchos viven fuera de casa de sus padres —según la Encuesta Nacional Valores de la Juventud realizada en 2012 por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, siete de cada 10 viven todavía con sus papás— ni tampoco el principal motivo es simplemente por el deseo de vivir solo y ganar independencia. Apenas 5.8% lo hizo por esta razón, mientras que 26% lo hizo para casarse y 26% lo llevó a cabo para vivir con su pareja.

Sin embargo, el irse a vivir solo o con compañeros de casa es algo que los jóvenes sueñan y que poco a poco se vuelve una realidad más cercana. Según una encuesta realizada por De La Riva Group, a dos de cada 10 personas entre 18 y 29 años les gustaría vivir fuera de casa de sus papás, con algún compañero o amigo.

Ya en los hechos, de los hogares que no están habitados por una familia, 15% están habitados por personas entre 20 y 29 años de edad. De éstos, en 61% sólo vive una persona pero en 39% hay corresidentes, es decir, los jóvenes viven con alguien más que no es de su familia, de acuerdo con cifras del Inegi citadas en un informe realizado por esta empresa de investigación de mercados.

A pesar de los salarios bajos y las rentas elevadas, los jóvenes deciden emprender esta aventura llena de aprendizaje. Una opción que cada vez es más socorrida es la de compartir casa o departamento con uno o más amigos para con de esta manera compartir también gastos.

Por aquí puedes empezar

Si estás todavía en casa de tus padres pero ya estás pensando en independizarte, un buen ejercicio sería que empezaras a hacerte cargo de algunos pagos, ya que esto te servirá como un “primer entrenamiento”, recomienda Sonia Sánchez Escuer, especialista en finanzas personales y autora de varios libros al respecto como Diario de una oveja financiera.

Poco a poco verás que hacerte cargo del pago de servicio como internet o el teléfono no es tan caro, pero verás si tu cartera no sufre cuando tengas que pagar el supermercado, sobre todo ahora que los precios están subiendo.

Sentir estos gastos te permitirá acercarte a lo que será la realidad: no sólo tendrás que hacerte cargo de unos cuantos pagos sino de todos los que surjan en un nuevo hogar.

En la búsqueda

Por mirar nadie cobra, así que en esta etapa es muy común que comiences a buscar y a encontrar casas o departamentos maravillosos… pero para los que no te va a alcanzar.

Es aspiracional y por segundos reconfortante mirar esas hermosas fotos, pero sé realista y no pierdas el tiempo viendo, llamando y visitando lugares para los que no te va a alcanzar.

“No rentes con base en donde quieres vivir, sino en donde puedes vivir. Si rentas en el lugar que quieres pero no puedes, estarás rentando un problema”, asegura Sonia.

Ahora bien, ¿para qué te alcanza? Necesitas sentarte a hacer cuentas. La formula general es que los gastos de tu casa, es decir, luz, gas, electricidad, renta, etcétera, no deberá sobrepasar 30% de tus ingresos. Así que necesitas sacar un lápiz y papel y empezar a hacer cuentas.

“Si ya te pasas del 30% podrías estar poniendo en riesgo otros gastos. 35% todavía no es tan malo, pero tendrás que luchar para mantener tu nivel de vida. Es mejor vivir en un lugar muy modesto pero que te alcance. Una de las cosas más frustrantes es tenerte que regresar a casa de tus padres porque no te alcanzó”, asegura la especialista. Es mejor que vayas de poco a poco y ya después puedas moverte a otro lugar mejor a que de un inicio quieras ir a lo grande y al final tengas que regresar a tocarle la puerta a tus padres de nuevo.

En esta búsqueda seguramente habrá cosas que no querrás perdonar, como el que sea un lugar iluminado o el que tenga un cajón de estacionamiento en el caso de que tengas coche y justamente estas cosas son las que te ayudarán a situarte en la realidad de lo que realmente puedes pagar. Quizá en la búsqueda te das cuenta que para lo que necesitas no te alcanza, así que es momento de ponerle pausa a este movimiento y seguir planeando.

Justamente en este camino, necesitas pensar anticipadamente y ahorrar para cuando llegue el momento de partir, porque lo que vas a necesitar en ese instante será dinero.

Para pagar el depósito que te pide el casero (que muchas veces es no de uno sino de dos meses de renta) o para comprar tu cama, refrigerador y parrilla, elementos esenciales en tu nuevo hogar.

La mudanza

Además, necesitarás dinero para empezar la travesía, es decir, para comprar cajas en las cuales meter tus cosas y para pagarle a la mudanza misma. Ten en cuenta que los cálculos hechos por el personal de la mudanza quizá no resulten ser los más exactos, así que ten previsto que seguramente vas a tener que pagar entre 10% o 15%, explica Sonia, la cual, cabe decir que lleva 18 mudanzas a lo largo de su vida. Si alguien sabe de mudanzas es ella.

“Aunque tengas 20 cajas y las cotices, el día de la mudanza seguramente te pondrán mil pretextos y te van a cobrar de más. Si te va a costar 5 mil pesos calcula 10% o 15% de más. Siempre te suben el precio”, asegura.

Metroscúbicos.com, un portal especializado en bienes raíces, recomienda que hagas un inventario muy detallado con todos los artículos que vas a transportar y que proporciones la fecha en la que te quieres mudar así como otra tentativa. Además, en consonancia con el consejo de Sonia, recomienda que preguntes qué es lo que ocasionaría gastos extra, ya que a veces los camiones no llegan a pie de puerta o te tendrán que ayudar a desempotrar algunos muebles y todo eso te va a costar más.

Un consejo en este sentido por parte de los especialistas, es que pidas que el personal de la mudanza —en concreto un estimador— te visite con anticipación para que supervise y te haga un presupuesto más específico.

Lo que vas a necesitar

Ahora que vives con tus padres quizá ni siquiera lo has notado, pero construir un nuevo hogar requiere de muchos utensilios, muebles y en general objetos que tú ya das por sentado que existen pero que en un nuevo lugar vas a tener que comprar.

Para que tengas un estimado, una recomendación de la especialista es que tomes una lista de regalos de esas que te ofrecen para las bodas para que cuentes al menos con una referencia de lo que vas a necesitar.

“Hay un montón de cosas que se necesitan y que nunca se te van a ocurrir como un salero o un destapacorchos, por ejemplo. No vas a comprar todo lo que viene en esa lista pero te va a dar ideas de qué es lo que necesitas y cuánto te va a costar”, asegura.

Otro consejo es que pruebes visitando tiendas de bajo costo como Waldos, por ejemplo, en donde podrías conseguir los objetos necesarios para arrancar. Posteriormente podrás sustituir las cosas por algunas de mejor calidad.

Ellos te pueden ayudar

Tus amigos también pueden ser partícipes de este gran paso que estás a punto de tomar, y de paso pueden ayudarte a ahorrarte unos pesos. Organiza una fiesta de inauguración para tu nueva casa y haz una lista de deseos que contenga los elementos que le faltan a tu lugar. Unos manteles, cubiertos, vasos, etcétera.

De esta manera podrás, además de pasar un buen rato, juntar todo lo que necesitas para comenzar esta nueva etapa, en la que seguro, recogerás experiencia y madurez.

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