Las cifras de ahorro en América Latina y el Caribe son preocupantes, pues sólo 20% de los hogares guarda recursos para su retiro, mientras que 65% de la población emplea su dinero en la compra de bienes, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Al año el ahorro total de la región equivale a 17.5% del PIB de la zona, por arriba de África Subsahariana, que guarda 13.8% de sus recursos, y por debajo de Asia, con 37%, y del promedio de países avanzados, quienes ahorran 23% de su PIB.

Entre las principales causas, destacó el BID, están los altos costos que implica acceder al sistema financiero formal, así como la desconfianza en el sistema bancario.

“Persiste en América Latina y el Caribe una enorme desconfianza en los bancos y en el sistema financiero formal. Con la historia de crisis financiera y bancarias que tenemos en la región”, explicó Eduardo Cavallo, economista del BID.

Durante el segundo seminario de ahorro voluntario organizado por la Consar y el BID, Cavallo dijo que esta desconfianza tiene que ver con la falta de información sobre la operación de los bancos.

A la par, hay una escasa cobertura de los sistemas de pensiones, debido a la geografía de la región y a la inequidad de ingresos, con lo que los actores del sector financiero sólo atienden las zonas que representan un negocio.

Por su parte, Mariano Bosch, especialista de mercados laborales y seguridad social del BID, destacó que la región no está preparada para enfrentar el reto de tsunami demográfico que se tendrá en la región en las próximas décadas.

El BID recalcó que en 2020 se terminará el bono demográfico en la región, y en 2085 será la zona más envejecida del mundo. En 2050 habrá 45 millones de personas mayores de 80 años en Latinoamérica.

Ante esto, el organismo propone elevar el ahorro voluntario a política de Estado.

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