Los cambios estructurales buscan conseguir la seguridad energética que permita satisfacer las necesidades crecientes de la sociedad mexicana, en términos de cantidad, calidad y precio, tanto de combustibles como de productos petroquímicos. Este objetivo deberá lograrse en un ambiente global de caída en los precios del petróleo y de inestabilidad, comentó el socio de auditoría y especialista en el sector de energía y recursos naturales de KPMG en México, Gilberto Alfaro.

Según el especialista, el petróleo crudo y el gas que posee nuestro país son muy importantes, pero para convertirlos en grandes propulsores de los desarrollos económicos y sociales se deben explotar de manera eficiente.

De acuerdo con el Plan Nacional de Infraestructura (PNI), es necesario que se inviertan 3.9 billones de pesos en el sector energético, pero dicha cifra sólo representa 50% de los recursos totales que se necesitan para este programa.

El proyecto presentado por el Ejecutivo Federal plantea que la inversión se haga de manera público-privada y se contempla la construcción de 17 gasoductos; el especialista informó que en fecha reciente se anunció la cancelación del proyecto de la refinería de Tula, que será sustituido por otras inversiones prioritarias.

En tanto que Petróleos Mexicanos (Pemex) describió un plan de reconversiones de diferentes refinerías, las cuales estarán ubicadas en Salamanca, Salina Cruz y Tula, y se puso un techo financiero por hasta 15 mil millones de dólares que serán invertidos hasta que acabe este sexenio.

En el segmento de las gasolineras, la apertura a nuevos competidores requerirá la construcción de una red de distribución y almacenamiento, ya que la infraestructura de Pemex está saturada.

Esto último representa una gran oportunidad para industriales mexicanos que, por sí mismos o asociados con comercializadores extranjeros, deberán estar listos para cuando puedan instalarse los expendios al público, en 2018.

La apertura del sector apoyará la inversión tanto en actividades de exploración y explotación, como de transformación de hidrocarburos, petroquímica, transporte y almacenamiento, así como de generación eléctrica.

La implementación exitosa de esta iniciativa deberá efectuarse con inteligencia y estrategia, para motivar la participación de los inversionistas y lograr los objetivos de inversión establecidos, ante el escenario económico de baja en el precio del petróleo a nivel global, y el nacional, con los temas sociales que pueden afectar la calidad de las inversiones esperadas, aseguró el socio de la consultora.

Se tiene proyectada una Universidad Corporativa en la capital queretana.

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