Las mexicanas enfrentan desventajas respecto a los hombres en el mercado laboral, lo que las ubica como el grupo más vulnerable en materia de pensiones, advirtió el presidente de la Consar, Carlos Ramírez, al presentar los resultados del Módulo de Trayectorias Laborales 2015, elaborado en conjunta con el Inegi.

Esta encuesta revela que las mujeres representan un grupo vulnerable en materia de pensiones, por la combinación de factores como que empiezan a laborar más tarde, en promedio casi tres años después que los hombres; tienen trabajos menos calificados por contar con un nivel educativo más bajo y su duración en el empleo es menor, y sus ingresos son inferiores (casi un salario mínimo de diferencia), agregó.

Asimismo, 85% de las mujeres se dedica al hogar después de dejar el empleo, por lo que tuvo más tiempo sin laborar en el periodo de estudio (de 2010 a 2015), además de que les es más difícil encontrar empleos que ofrezcan seguridad social. Todo ello se traduce en menores densidades de filiación, lo que compromete su pensión futura.

El riesgo para las mujeres es alto, principalmente porque hay distintas condicionantes del mercado laboral que les complica acumular suficientes recursos en su cuenta individual para contar con una pensión digna para el retiro.

En el viejo esquema muchas mujeres no alcanzaban las 500 semanas de cotización y no tenían derecho a pensión. En el sistema actual de cuentas individuales, muchas están en riesgo de no alcanzar las semanas de cotización y de sólo llevarse lo que está en su cuenta individual, explicó el presidente de la Consar.

“Próximamente, hacia fines de este año, estaremos anunciando la incorporación al sistema de pensiones vía electrónica, vía teléfono celular, para hacer más fácil la incorporación al sistema de pensiones”, adelantó.

Otro sector vulnerable es el de los jóvenes, dijo, quienes deben empezar lo más temprano posible su inserción en el mercado laboral formal con el fin de alcanzar una pensión digna.

En México, 66.4% de los trabajadores que tiene entre 18 y 29 años no tuvo seguridad social en su primer empleo, de acuerdo con los resultados del segundo Módulo de Trayectorias Laborales del 2015.

Esta situación hace vulnerables a los jóvenes, quienes cotizan años después de haber iniciado su trayectoria laboral y con ello se complica la acumulación de recursos para el retiro y de las mil 250 semanas de cotización para alcanzar una pensión mínima granizada.

La probabilidad de ser informal cuando se fue formal en el empleo anterior es muy alta (70.9%). Por lo tanto, advierte Ramírez, hay que seguir generando mayores incentivos para mantener la formalidad.

“Vemos que en estos primeros 19 años del nuevo sistema de pensiones ha habido densidades de cotización menores a lo anticipado”, dijo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS