Leónidas es un perrito de año y medio que pasó los primeros meses de su vida en condiciones lamentables y por quien tuvieron que recurrir a los tribunales para lograr sacarlo del hogar donde vivía.

Erika Rosales Moreno es la mujer que vio por primera vez a Leónidas afuera de su vivienda; describió que portaba una férula en una de sus patas.

“Yo vivo por donde vivía Leónidas, es un pastor australiano blue y una vez yo lo vi afuera de la puerta de su domicilio y vi cómo la pata la tenía ya muy mal, con unos tornillos y lo tenían afuera (del domicilio), sin ningún tipo de higiene”, relata.

Señala que en ese momento se acercó a tocar a la puerta, de donde salió un hombre a quien refiere como “el papá de Leónidas” y quien le dijo que habían atropellado al perro y por eso portaba la férula, sin embargo, no le habían dado seguimiento al tratamiento, por ello, Erika le comentó que era necesario llevarlo  al veterinario y, que en caso de que ellos no tuvieran el recurso, ella estaba dispuesta a pagar por los gastos.

Leónidas, el lomito sobreviviente al descuido humano en Querétaro
Leónidas, el lomito sobreviviente al descuido humano en Querétaro

Sin embargo, pasó más de un mes antes de que Erika volviera a ver a Leónidas nuevamente al exterior de la casa, pero ahora su condición física era mucho peor, así que la mujer decidió  tomarlo y llevárselo. Ahí fue cuando empezó el pleito legal.

“Los animales tienen un espectro  de dolor impresionante, cuando un animal se llega a quejar es porque ya está sufriendo mucho, y él ya se veía triste. Pasó el tiempo y un día que voy, lo veo súper mal, ya con un tema de bajo sistema inmunológico, porque es muy notable cuando un animal lo tiene bajo: las lagañas, ojos rojos, muy flaco y lo más triste era el olor a podrido, era impresionante”, recuerda. 

Fue entonces que la dueña de Leónidas se percató de que Erika se lo  llevaba  y la siguió, acusándola de robarlo.

“Los reglamentos son muy específicos: mientras el perro esté fuera de un domicilio, no le pertenece a nadie. Yo no lo saqué del domicilio, el perro estaba afuera y tenía una infección impresionante, a punto de morir de la infección. 

“Entonces yo me peleo con la señora, le digo que cómo es posible, pero se lo regreso porque al final del día dije: ‘vamos a hacer las cosas bien’”, agrega.

Al día siguiente, Erika  acudió a la Fiscalía e ingresó una denuncia por maltrato y crueldad, así como una queja ante la Unidad de Cuidado Animal de San Juan del Río, solicitando la custodia temporal del animal, a lo que las autoridades decidieron -bajo investigación y protocolo de las dependencias-, entregarle la tenencia del cachorro.

“Me entregan a Leónidas y va a tres diferentes especialistas y los tres concuerdan en que ya no se le puede salvar la pata porque ya tenía infección en el hueso. Previo a esto, estuvo unos días hospitalizado en la Unidad de Cuidado Animal, en lo que hacían los protocolos y ellos lo suben un poquito de peso, le hacen algunos análisis, estudios, y también investigan quién fue el veterinario que le colocó la férula y el veterinario, en la investigación, también dice que efectivamente como primer término acudieron a él, pero jamás le dieron seguimiento”, apunta. 

Leónidas, el lomito sobreviviente al descuido humano en Querétaro
Leónidas, el lomito sobreviviente al descuido humano en Querétaro

Mientras Erika relata la historia, se muestra molesta, pues destaca que un animal nunca debe de estar afuera del domicilio si no es con correa.

“Los animales son como niños, tienen la capacidad de un niño de cuatro años o menos, no son responsables de ellos mismos, nosotros somos responsables de ellos, entonces un animal no puede estar fuera”.

Además resalta que, de habérsele dado la atención médica oportuna, se habría podido salvar su pata trasera.

Es por todas estas circunstancias que, un año después, hace apenas un par de meses, la Fiscalía determinó otorgarle la custodia definitiva a Erika Rosales, quien además eligió que los dueños originales de Leónidas reparen el daño con servicio social y no económicamente.

“Yo solicité, porque el Código Penal así lo establece, que pudiera haber una sanción de servicio comunitario, y se autoriza el servicio comunitario que va a realizar en la Unidad de Cuidado Animal. Son seis meses y es lavar jaulas, bañar animales, plática de concientización, todo lo que tenga que ver con enseñarle a una persona a cuidar  a los animales”, agrega.

Rosales Moreno señala que ha habido varios procesos en el estado sobre casos de maltrato animal; sin embargo, de acuerdo con la fiscal que atendió el caso, “es la primera vez que se solicita servicio social” por sobre la reparación económica, lo que para Erika es “un gran logro, porque a veces el tema económico lo pagas y ya está, pero cuando te duele es cuando reflexionas acerca de lo que hiciste y pues estuvo mal”.

Erika revela que la intención es dar en adopción a Leónidas con una buena familia, proceso que se tendrá que dar hasta que concluya el servicio social la anterior dueña del perro, para que se pueda cerrar el expediente y solicitar la autorización del juez para buscar una buena familia y, adelantó que se está trabajando con una asociación de animales que le estaría buscando hogar en Canadá o Estados Unidos.

“El perrito es súper noble, cuando pasó esto él tenía seis meses, ahora tiene un año y medio; es un perrito sumamente energético, tiene tres patitas y es buena onda, se lleva bien con los perritos en general, un poco tosco para niños y la verdad es que después de todo esto ya es muy saludable, no se ha vuelto a enfermar”, destaca. 

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