[Publicidad]
La Casa Ecala no sólo es una obra maestra del barroco queretano; también es la protagonista de una de las historias más curiosas de la Plaza de Armas. Fue construida en 1784 para el regidor Tomás López de Ecala, un hombre tan poderoso como orgulloso, decidido a que su residencia fuera la más impresionante de la ciudad y vaya que lo logró.
Bajo su cantera se esconden secretos de enemistades, apuestas, tesoros y personajes peculiares que le dieron fama y carácter. Aquí te contamos los más sorprendentes.

El pleito que convirtió a la Casa Ecala en “la ganadora”
El conflicto comenzó cuando su vecino, Domingo Hernández de Iglesias, notó que la fachada de la Casa Ecala sobresalía unos centímetros más hacia la plaza que la suya. Aquella “media vara” bastó para desatar un pleito que escaló hasta niveles insospechados.
Iglesias exigió que la construcción fuera demolida. Ecala defendió su obra con todo su peso político. Y al final, la justicia falló a favor de la Casa Ecala. No solo no tuvo que retroceder su fachada, sino que quedó oficialmente adelantada respecto a la de su vecino.
Ese triunfo inspiró a Ecala a embellecer aún más su casa, convirtiéndola en la más ostentosa de la ciudad. La herrería del balcón central, firmada por Juan Ignacio Vielma en 1784, sigue siendo una prueba de esa victoria.

La apuesta que selló un balcón
La rivalidad no terminó en los tribunales. Se cuenta que Ecala y su vecino hicieron una apuesta mientras esperaban el fallo: quien perdiera tendría que clausurar su balcón principal.
Te interesa: El pueblo cerca de Querétaro en donde “llueve pan”
¿El resultado? La Casa Ecala ganó el juicio y el vecino tuvo que cerrar el suyo. Hasta hoy, ese balcón sellado sigue siendo un recordatorio físico de quién salió triunfante en aquella disputa colonial.
La Casa Ecala, por supuesto, conservó sus balcones abiertos y orgullosos.

El querubín burlón: otro símbolo de victoria
Bajo el antiguo escudo de armas familiar dentro de la Casa Ecala había un querubín con un gesto bastante peculiar: sacaba la lengua. Muchos lo interpretaron como un guiño burlón de la familia Ecala, celebrando su victoria sobre el vecino.
Lee más: ¿Cómo llegar desde Querétaro a los "pueblos de la ropa" que no están en CDMX?
A lo largo del tiempo, algunos visitantes consideraron este gesto una insolencia y golpearon la boca del querubín tantas veces que hoy aparece completamente rota. Es uno de los secretos más comentados y, sin duda, el más travieso.
El tesoro escondido en la escalera
A principios del siglo XX, cuando la casa pasó a manos de la Compañía Hidroeléctrica Las Rosas, la escalera requirió reparaciones. Un albañil encargado del trabajo encontró monedas de plata escondidas en su estructura y desapareció sin terminar la obra.
¿Quién dejó esas monedas? ¿Por qué estaban ocultas ahí? Otro misterio que aumenta la leyenda de la Casa Ecala.
Te interesa: ¿Cómo llegar a Boyé, cuna de la barbacoa y el pulque en Querétaro?
Una historia de poder, nobleza y legado
La Casa Ecala no fue obra de un ciudadano cualquiera. La familia López de Ecala provenía de Navarra, donde poseía un antiguo palacio y un escudo nobiliario con siglos de historia. Este origen explica por qué la casa queretana parece más un pequeño palacio que una residencia común.
Con su victoria sobre el vecino, sus balcones adelantados y su fachada churrigueresca, Tomás López de Ecala dejó clara su intención: que la casa fuera un símbolo de su linaje. Y lo consiguió.

De residencia noble a sede de instituciones
Con el paso de los siglos, la Casa Ecala ha sido sede de múltiples dependencias y organizaciones culturales y gubernamentales tales como:
- Secretaría de Comunicaciones cuando Querétaro fue capital de la República
- Oficinas de correos
- Compañías de electricidad
- Casa Municipal de Cultura
- Biblioteca Municipal
- Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística
- Secretaría de Turismo
- y desde 1983, el DIF Estatal
Lee más: ¿Dónde y cuándo se realizarán los desfiles navideños en Querétaro?
Cada etapa dejó nuevas capas de historia, pero ninguna borró sus secretos originales.

Un monumento que aún guarda sus historias
Hoy, la Casa Ecala sigue presidiendo la Plaza de Armas con la misma actitud que tuvo desde el siglo XVIII: elegante, orgullosa y con un toque de picardía.
Sus balcones adelantados, el querubín sin boca, la herrería firmada y las leyendas que la acompañan hacen que sea imposible pasar frente a ella sin querer mirar dos veces.
La Casa Ecala no solo es una joya arquitectónica de Querétaro. Es la casa vencedora, la protagonista de sus propios mitos y uno de los edificios con más carácter en toda la ciudad.
[Publicidad]
Más información

Vida Q
Los secretos de la Casa Ecala, una de las joyas arquitectónicas de Querétaro

Vida Q
"Ballet para señoras" abre una mirada íntima

Vida Q
Querétaro vive, de principio a fin, la FIL Guadalajara 2025

Vida Q
El "Taj Mahal mexicano": Así es la icónica iglesia cerca de Querétaro inspirada en la maravilla del mundo



