Hace 10 años la escena musical y cultural de Querétaro era muy distinta a lo que se vive en la actualidad, eran pocos los proyectos, ensambles, programas, ni siquiera era común escuchar el concepto de empresa cultural. En ese ambiente, en el año 2012, nació Bell Art, un cuarteto de cuerdas liderado por Alejandra Cruz Pérez, que inició con el objetivo de formar público infantil y juvenil, además de llevar su música a pacientes oncológicos y psiquiátricos.

En su proceso de evolución, Bell Art se convirtió en una empresa cultural, y su proyecto más reciente y más ambicioso también, es la presentación del primer integral en México de Luigi Boccherini para guitarra y cuerdas, con revisiones del musicólogo francés François de Fossa (1775-1849), quien creó una historia sentimental con Querétaro, dato poco conocido que, si bien podría servir para los músicos, deja la ventana abierta a los historiadores.

Bell Art suma una década en la música
Bell Art suma una década en la música

“François de Fossa tiene una relación con Querétaro, porque viene a vivir a Querétaro en tiempos de la primera intervención francesa y se compromete con la hija de la Corregidora, por algunos detalles ese matrimonio no llega a ser, él se va muy triste y desolado a España nuevamente, y en España empieza toda esta recopilación de Luigi, y es un material que se queda en bibliotecas, pasa por las dos guerras mundiales y, de hecho, mucho de este material está perdido por las mismas cuestiones bélicas, hasta 2012 este material vuelve a curaduría y nosotros somos los primeros que tenemos las partituras aquí en México, llegaron de Nueva York”, platica Alejandra Cruz Pérez, en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

Al detallar sobre el proyecto de Accademia Boccherini, que enmarca el décimo aniversario del cuarteto, Alejandra explica la importancia de convertir al ensamble en una empresa cultural.

“Esa es una de las razones y los motivos de porqué hicimos esa modificación a una empresa cultural, porque la mayoría del producto artístico se queda solo en el concierto efímero, en la grabación, con el programa de mano, pero es muy raro que el artista reúna todos los datos que mencioné anteriormente. Entonces, desde 2019, cada que vamos a montar un programa, procuramos hacer una investigación histórica”, detalla y comparte también el interés de acercarse con los cronistas de Querétaro para compartir su investigación sobre este proyecto.

“Si bien no tenemos a los autores ni alguna línea familiar para contactar, sí queremos dejarla documentada de manera histórica y que se pueda quedar el testimonio de este trabajo, no solamente de investigación, sino que también exista un referente de que se están haciendo otras vertientes dentro de la música de cámara”.

Desde julio comenzaron las presentaciones de la obra de Luigi Boccherini, con conciertos que se extenderán hasta diciembre en diversos espacios culturales, no sólo de la capital queretana. A través de sus redes sociales pueden consultar su programación.

Volver al público

Alejandra Cruz Pérez fue una de las primeras estudiantes de viola en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), ahora es instrumentista consolidada, especialista en danza terapia para pacientes clínicos, gestora cultural, ganadora en 2018 el galardón Arte y Cultura en la premiación anual Mujer Tec, y creadora de Bell Art.

El cuarteto lo integran Christopher Morales Guarneros (violín), Beatriz Olvera Contreras (violín), Alejandra Cruz Pérez (viola) y Luis Guiller (cello).

Desde 2012, Bell Art ha mantenido una actividad constante con conciertos en planteles de educación básica, media y superior de los estados de Querétaro —con apoyo del programa de Cultura en Comunidades y Barrios, Red Estatal de Bibliotecas— y Guanajuato, asimismo en foros locales y de otras entidades, además de un programa permanente dirigido a adultos mayores, casas hogar, pacientes clínicos, que por motivos de la pandemia se suspendió por dos años, pero desde hace varios meses reactivaron sus presentaciones.

Y quieren seguir presentando su trabajo no sólo en salas de conciertos, sino en plazas y pueblos donde la oferta cultural es poca; manteniendo su interés por acercarse a las infancias.

“Tal vez suene un poco cliché, pero este tipo de programas dirigidos a las infancias va a abonar para su formación integral como personas, finalmente no se está buscando que los niños y jóvenes sean músicos, sino que tengan una formación más completa. Y sobre todo que tengan el acceso a todo tipo de géneros musicales, porque lo que se denomina como música clásica, en muchas ocasiones no tienen un acercamiento, teniendo probablemente un antecedente de que es música aburrida, y que lo que pasa es que en realidad no la han escuchado”.

También realizaron, con el programa APOYARTE, la investigación y grabación del material Bell Art “Nuestras Raíces” (2020), donde se recopilan obras del músico otomí Abundio Martínez y autores mexicanos contemporáneos, como Eduardo Gamboa y Emmanuel Arias y Luna.

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