Si se trazara la curva de vida de un vino a partir de su concepción se encontrarían varias etapas, la primera sería ascendente, seguida por la plenitud y terminaríamos con la decadencia, por supuesto en función de la calidad y tiempo transcurrido.

El néctar de la vid presenta una evolución desde su creación que lo va situando en un nivel óptimo de consumo, es donde la expresión de todos los elementos en su conjunto presentan la mejor armonía y balance a nuestros sentidos.

Cuando las bebidas que se catan corresponden a una sola etiqueta, pero de diferentes cosechas o añadas, estamos hablando de una Cata Vertical, estas ayudan a analizar la evolución, la capacidad de guarda de la etiqueta en cuestión, los aciertos y errores de la bodega en la vinificación así como los factores que influyeron en el viñedo, todo esto sale a la luz para escrutinio de los expertos.

Protagonista de la Cata Vertical

La bodega mexicana L.A. Cetto, creada en 1928 por Don Angelo Cetto, invitó a un pequeño grupo al encuentro con la curva de vida de uno de sus vinos con mayor cantidad de premios nacionales e internacionales, Nebbiolo Reserva Privada. El encuentro se dio en dos etapas, en la primera se presentaron las cosechas 2006 a la 2011, era la reunión con hermanos que compartían la misma genética, cada uno tenía diferente edad y también diversa personalidad.

El primero en escena fue la cosecha 2006, a sus nueve años ya presentaba ligeros rasgos teja, notas de chocolate amargo,

La segunda etapa fue una sorpresa a los asistentes, las cosechas 2004, 1996 y 1986 fueron servidos en las copas. La cosecha 2004, presentaba a la vista ligeros tonos teja, de agradable intensidad aromática con recuerdos de chocolate, fruta madura, especias, tabaco, cuero y nuez, en boca se percibía pleno, redondo, intenso, con gran personalidad y de buen balance.

Google News

TEMAS RELACIONADOS