Kenneth Branagh sabe que para llegar a su posición en Hollywood y tener a los elencos más reconocidos en sus filmes hay ciertas reglas que uno siempre debe seguir. La más relevante: tener a tus amistades cerca y a tus ex esposas aún más cerca.

Así le sucedió con su ruptura de Emma Thompson en 1995; tras un matrimonio de seis años, Branagh afirmó que volver a trabajar con la actriz inglesa no fue difícil, pues “ella siempre ha sido una increíble actriz y sobre todo es una persona a la que he admirado, cualquier director la querría en su filme, ¿por qué yo no?”.

Esta manera tan relajada y positiva de ver la vida ha llevado a que el director responsable de películas como Thor haya llamado a otra de sus ex parejas, Helena Bonham Carter, a formar parte de su reciente filme Cinderella.

Para Branagh, Helena Bonham Carter —con quien vivió media década— fue antes que su pareja, una amiga con la que tiene una visión similar del mundo y del trabajo, lo que ha hecho que su relación laboral fructificara después del rompimiento.

“Helena es una mujer fantástica, fuera de serie, lleva tanto tiempo siendo parte de mi vida, es una gran amiga, tiene esta magia a la hora de actuar, que siempre que tengo un nuevo trabajo pienso en ella”, señaló en entrevista con EL UNIVERSAL.

Por ello para esta nueva versión del clásico infantil, el realizador decidió sacar a su ex novia de su zona de confort y retarla a darle vida a una hada buena, dulce e inocente. “Muchos encasillan a Helena en filmes oscuros y excéntricos, muy al estilo de Burton, lo lógico es que le diera el papel de la madrastra, pero decidimos irnos por otro camino, que en esta ocasión fuera la buena. Es un personaje que la gente va a amar, hasta creo que muchos no la reconocerán a pesar de que no hay muchos efectos de maquillaje en ella”, añadió.

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