Del 4 al 6 de mayo se realizará en el Querétaro Centro de Congresos la CONQUE 2018 y uno de los artistas invitados es el dibujante Óscar Bazaldúa, conocido en México por el cómic Las Chambeadoras y quien luego también destacó por su trabajo con Marvel, en donde cumplió uno de sus grandes sueños, dibujar a Spiderman, pero también ha trabajado en proyectos como Gwenpool Holiday Special: Merry Mix-up y Star Wars: Rogue One.

El declive de la historieta mexicana llevó a Bazaldúa al mercado extranjero, en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, platicó su historia y dijo que con gusto apoyará al resurgimiento de la historieta en el país, porque asegura, ve grandes talentos.

Uno de los temas de los que hablarás en la CONQUE es sobre cómo pasaste de Las Chambeadoras a Spiderman, ¿cuál es tu historia?

—Yo me formé en la historieta mexicana, sobre todo la popular aquí en México hace algunos años ya, aquí me conocen principalmente por los títulos de Chambeadoras o Bellas de Noche, por el tipo de chicas que yo dibujaba y gustaban mucho al público. Ya después que eso se acabó,  vino el declive de la historieta en México, me buscaron de una editorial francesa y luego me pasé al mercado americano, en donde dibujé algunos títulos menos conocidos, después de un tiempo y de mandar portafolios a las editorial grandes como Marvel o DC, me respondieron en DC, y ya en 2016 me llamaron de Marvel para trabajar en el título de Rogue One, la adaptación de la película, les gustó tanto que me contactó el editor de Spiderman, pidiéndome si podía estar en el título de Spiderman de Miles Morales, colaborando. Y le dije: por supuesto que sí. Así fue como yo llegué. Al principio me habían encargado cuatro tomos, pero después del primero el editor me dijo que quería que me quedara todo el tiempo.

Llegar a un sello como Marvel es una de las ilusiones de todo dibujante; el público de la CONQUE es en su mayoría joven y con esos mismos sueños, ¿qué le dirías a esos chicos que están empezando?

—Que sigan soñando, que sigan estudiando y sobre todo, que sí se puede. Sí es posible lograrlo. Pero sí es necesario un alto nivel de calidad, les recomiendo estudiar mucho de dibujo, las bases son bien importantes y a veces los jóvenes se olvidan de eso, quieren estar dibujando superhéroes dando golpes o aventando rayos y eso no es lo que regularmente llama la atención de un editor, ellos se fijan mucho en cómo cuentas una historia, cómo le das vida a tus personajes, es bien importante estudiar las bases: anatomía, perspectiva, expresión de personas y expresión corporal. Eso es lo que yo recomendaría.

Tú ya tenías un reconocimiento en México, ¿qué quedó de ese trabajo con el que empezaste a destacar al irte a trabajar a este gran sello editorial?

—Sí, yo ya era un dibujante profesional aquí en México y eso fue lo que me ayudó mucho.  Pero en realidad, yo desde niño soñé con dibujar a Spiderman o títulos de cómics, mi sueño siempre fue ese, pero finalmente yo encontré un nicho donde trabaja dibujando y no ganaba mal, dejé pasar mucho tiempo, años, y fue por eso que me tardé tanto en entrar, porque para entrar a Marvel o DC muchas veces te piden estar haciendo muestras y mandarlas, y luego hacer más muestras, y yo no tenía mucho tiempo.

¿Entonces llegar a dibujar Spidermar siempre estuvo en tus sueños?

—Sí, siempre lo estuvo.

Estos personajes que reflejan a un superhéroe, llaman mucho la atención, ¿por qué esa necesidad de creer en los héroes?

—Quizás porque buscamos un poco de inspiración, sobre todo cuando estamos decaídos, yo por ejemplo, cuando era muy joven leía a Peter Parker, y por eso digo que siempre soñaba con dibujar al Hombre Araña, me reanimaba mucho ver que a pesar de todos los problemas que tenía, sobresalía y luchaba, se iba y enfrentaba a villanos, son ejemplos fantásticos, pero quizá es lo que buscamos.

¿Por qué se dio el declive de la historieta mexicana?

—Fueron muchos factores y existen muchas versiones, mi versión y lo que yo alcancé a ver, es parte del aumento del papel que obligó a que las revistas encarecieran de tres o cuatro pesos que valían, a 10 pesos; también vino el Internet, la gente ya prefería ver algo en su celular que comprar una historieta. Y la historieta de la que yo formé parte que eran estas revistas de bolsillo, Chambeadoras y todo eso, al principio tuvieron mucho éxito, eran mujeres voluptuosas y a raíz de ese éxito, empezaron a salir muchos títulos de otras editoriales que abusaron de la idea y hasta llegaban a poner cosas pornográficas, cayó mucho. Si de por sí no era una historieta bien vista, así menos.

¿Y no hay una posibilidad de hacer resurgir a la historieta mexicana?, sabiendo que hay un público y hay creativos interesados.

—Claro, esa es la idea, hay personas muy talentosas como Dono Sánchez y Rulo Trevino, que es gente muy creativa, que están empezando a hacer cosas y me da mucho gusto, y está comenzando a surgir la idea de revivirla pero ya no como lo mismo de antes, sino como algo nuevo; ahora que estuve en una convención me tocó conocer a unos jóvenes que traían una propuesta muy interesante de un cómic de ciencia ficción y dije: esto se ve muy bien, para ser una propuesta creo que está bastante bien y me dio mucho gusto ver el trabajo de los jóvenes y ojalá se encuentre el apoyo, porque si no hallan un nicho de gente que lo compre y que lo lea, va a durar poco, el apoyo de la gente es primordial.

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