Rebelde, independiente y extrovertido, el príncipe Enrique se ha caracterizado por no seguir al pie de la letra las reglas de la monarquía británica.

El menor de los hijos de la fallecida Diana y del príncipe Carlos ha sido objeto constantes de polémicas.

Siendo menor de edad, Enrique fue captado bebiendo alcohol en algunas fiestas.

Y si se trata de desafiar las reglas, en 2005 acudió a una fiesta “disfrazado” de nazi, portando en su brazo izquierdo la esvástica. Los titulares de los periódicos decían: “Harry, el nazi”.

Con las chicas también tiene algo que contar. En 2007 fue captado en plena fiesta y con las manos en... los senos de una chica.

En 2012, pareció divertirse en grande en Las Vegas. En la alberca de un hotel optó por disfrutar al desnudo; las imágenes dieron la vuelta al mundo, los británicos se indignaron por suponer a dónde se iba su dinero y la monarquía hizo mutis.

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