La insatisfacción marital y la construcción de ideales imposibles de complacer serán los temas eje de la obra que se presentará hoy en La Grieta, un centro cultural que desde hace dos años nutre la oferta artística de la ciudad en colaboración con La Corte Teatral.

Apenas son las cuatro es un montaje del dramaturgo mexicano Tomás Urtusástegui, quien en el 2005 se hizo acreedor del Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz Alarcón por sus más de 300 obras escritas.

Desde su publicación en la última década del siglo XX, ha sido escenificada por diferentes compañías en todo el país. Joel Jiménez, actor y director de la puesta en escena, platica que fue en noviembre de 2016 cuando la compañía comenzó a trabajar en el montaje.

En el escenario se aborda la historia de Eulalia y Romualdo, un matrimonio ejemplar que entra en crisis a causa de esta perfección. En la paradoja, la esposa desea que su marido sea el arquetipo de macho mexicano para asemejarse a sus vecinas, quienes en las reuniones vespertinas y durante las charlas de lavadero, comparten sus penas.

La trama se desarrolla desde la comicidad de una sala clasemediera, donde la esposa, con tubos en el cabello y camisón, aguarda impaciente la llegada de su esposo, a quien un día antes, le exige que se vaya de juerga.

“El esposo es un ñoñote, un tetote, un mandilón… pero más allá de eso ama a su mujer, así que es capaz de llegar a cualquier extremo para complacerla y hacerla feliz”, dice Jiménez, quien hace este papel a lado de Lorena Ovalle, como Eulalia.

Durante la presentación, los actores no sólo hacen gala de sus dotes histriónicos, sino también de su habilidad en las acrobacias y el combate escénico.

“Tratamos de ser multidisciplinarios. Hoy en día, un actor que no lo sea, es muy difícil que tenga un trabajo que le permita vivir de esto. Ser multidisciplinario nos abre más puertas. Aquí mismo tomamos clases de zancos, de improvisación, de malabares, de música y de danza aérea”, asegura el también director artístico del centro cultural, quien celebra con satisfacción que, gracias al esfuerzo continuo de la compañía por mantenerse vigente y en el gusto del público, el 22 de julio develarán una placa de la obra por sus 50 representaciones en este mismo foro, y esperan la presencia del autor.

Un alimento para el alma

Finalmente, Jiménez destaca la importante labor de La Grieta como centro cultural, pues su espacio ha permitido que jóvenes como ellos, comprometidos con el arte y el desarrollo cultural de Querétaro, difundan sus proyectos.

“Nosotros queremos marcar una grieta por la cual colar estas propuestas que deseamos, traspasen la armadura que nos ponemos todos los días para ir al trabajo y para sobrevivir esta cotidianidad. El arte es el alimento del alma, y cuando consumimos teatro el espíritu baila y entonces somos felices”, asegura.

Así mismo, buscan demostrar al público “con grietas en las manos y los pies” que el teatro es un trabajo, y no sólo un pasatiempo, al que hay que darle impulso para acabar con “los muros que dividen”, apunta.

La Corte Teatral es una compañía con más de cuatro años de trayectoria en la entidad. Su nombre está inspirado en los arlequines y bufones de las cortes reales, quienes además de divertir, fueron importantes intermediarios y consejeros de la nobleza.

“Hay un bufón que salvó a la mitad de la población de China, cuando el emperador estaba construyendo la muralla. Él fue el único que pudo hacer entrar en razón al emperador para que detuviera la construcción porque quería hacerla más alta todavía. En esta tónica, el bufón es un agente de cambio y una influencia en la sociedad. Por ello, nosotros consideramos que tenemos la capacidad de incidir positivamente con nuestro trabajo”, afirma Jiménez, cofundador de la compañía.

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