“En principio sí hay una crisis económica, pero no creo que haya una crisis creativa, creo que el cine mexicano goza de una buena salud a pesar de los pesares. Lo que nos está faltando es que el público se conecte con el cine mexicano, tanto en producción como en calidad cinematográfica. México si está ahorita en uno de sus mejores momentos”, dijo en entrevista Carlos García Agraz, director general de Estudios Churubusco Azteca, en la Ciudad de México.

Es por la intervención del Instituto Mexicano de Cinematografía y las instancias del estado frente a la producción de las cintas, “pero no hay año de los últimos cinco ó seis años que hayamos bajado de 100 películas producidas, desgraciadamente de estas 100 no todas llegan a exhibirse en las salas comerciales, y no todas alcanzan un número mínimo de espectadores recomendable”.

“Si vemos de esas 100 películas, se estrenan 60 nada más, 40 no consiguen distribuidor y de esas 60, 30 no alcanza más de 10 mil espectadores, estamos hablando no de una crisis de cine, sino de una crisis del espectador que no está viendo el cine mexicano”.

En la época que realizó sus pininos fue en los 90 y principios del año 2000, momento complicado para el cine mexicano, pues se estaba haciendo el cambio de las salas grandes a las chiquitas.

“En alguna ocasión hice una serie que se llamaba Mujeres Asesinas y entonces alguien me comprobó algún día que un capítulo de esta serie lo habían visto un millón de veces más que todas mis películas  juntas, yo no sabía si cortarme las venas, es como decir un capítulo de televisión visto contra 30 años de mi vida, de carrera pues y bueno no vale la pena quejarse tanto  pero esas son las nuevas tecnologías”.

También mencionó la relación que tienen las cadenas de cine en promover cintas mexicanas, “el problema viene de raíz, mientras las cadenas exhibidoras sigan haciendo con todo su derecho, porque además son privadas lo que ellos quieran para exhibir, en cine, van a seguir exhibiendo cine norteamericano permanentemente en contra de cualquiera, el cine mexicano incluido”.

Son 70 años de historia de los Estudios Churubusco, donde antes el 95% de las cintas nacionales pasaban por aquí, ya que se necesitaba ese tipo de infraestructura para lograrlo, dijo el también ganador al premio a la Mejor Película en el Festival de Trieste, Italia, por Donde acaban los caminos.

Ahora se puede hacer con una camarita y con una laptop terminar la producción de una película, “venga, adelante y bienvenidos me encanta la idea de que haya un cine hecho casi con las uñas. Para quien quiera hacer un cine más profesional y mejor hecho sigue existiendo esta posibilidad, salas de grabación y foros inmensos”.

Hay una pérdida de cine mexicano en lo económico, pero en los festivales, la repercusión que tiene en el mundo pasa por un momento extraordinario.

“Hay cineastas jóvenes, que son las nuevas generaciones, están haciendo cine minimalista. Lo hacen con una camarita, en un cuarto con dos personajes y, hacen su ‘peli’ y también puede ser buenísima la idea, esto tiene que ver con los estilos y con lo democrático que es la comunidad cinematográfica”.

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