En el Centro Histórico de Querétaro recién se inauguró un pequeño paraje culinario capaz de transportar a sus visitantes hasta el mismísimo Japón, se trata de “Umami Ramen Bar”, una iniciativa gastronómica creada a principios de este año por Edgar Morán y Guillermo Lizardi, en la que el ramen es la especialidad de la casa.

Al traspasar el umbral, el público es sorprendido con una decoración minimalista, inspirada tanto en la filosofía japonesa del “menos es más”, como en la estética del wabi-sabi, donde se aprecia la belleza de la imperfección. Además, un letrero con luz neón de un bowl de ramen humeante, complementa el concepto.

Para la creación de este lugar, Guillermo aportó su formación como arquitecto paisajista, mientas que Edgar incorporó su afición por el diseño de muebles y la carpintería, quien de hecho fue el responsable del mobiliario.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, ambos recuerdan que la idea surgió en una reunión casual entre amigos, en la que después de dialogar durante horas sobre la importancia de emprender negocios propios, decidieron apostarle a la industria gastronómica.

Para chuparse los dedos... en japonés
Para chuparse los dedos... en japonés

Durante varios meses, los empresarios se informaron sobre la cultura nipona para encontrar las mejores recetas, formas de preparación y sobre todo, los significados que se imprimen en la tradición de servir y comer ramen, tal como se acostumbra en Japón.

“Buscamos evocar el sentimiento y la sensación que genera estar en un restaurante de ramen en ese país. Para los nipones este platillo es tan importante como el pan para los franceses y la tortilla para los mexicanos. Por eso, reparamos hasta en el tiempo de cocción y la temperatura de los caldos, cada detalle es importante”, aseveró Lizardi.

Por esta razón escogieron la palabra ‘Umami’, que es una acepción japonesa con la que se alude a un quinto sabor. “Se trata de un sabor neutro; hay varios alimentos que lo ejemplifican bien como el tomate deshidratado y el erizo, que no son ácidos, salados, ni dulces; el sabor fue descifrado por ellos como umami, que también es utilizado para decir que algo está sabroso. Si no te sabe picoso o salado, puedes decir que sabe a umami”, compartió Guillermo.

Por su parte, Morán detalló que un alimento con este sabor, supone debe generar un sentimiento de satisfacción. “Que estás satisfecho, pero no lleno a reventar, así lo ven los japoneses”, añadió.

Bajo esta idea diseñaron un menú tradicional en el que destacan tres especialidades de ramen: el tonkotsu, preparado con un caldo de cerdo y chuletas; el shoyu, ramen elaborado a base de caldo de pollo, huevo y panceta de cerdo, y el ramen vegetariano, cocinado con tofu, hongos, cebollín y soya.

Además, detallan que la pasta no es comprada, sino preparada de manera artesanal por los chefs, y para su elaboración no utilizan ningún tipo de químico, lo que le brinda un toque más natural y casero.

Pero no sólo sirven ramen, también ofrecen edamames como entrada, ensaladas y gyozas, que son unas empanadillas de masa de trigo, rellenas de cerdo o vegetales. Cuentan además con la opción de onigris, que es un triángulo de arroz relleno de atún o aguacate, envuelto con una tira de alga nori, así como con el sándwich katsu, caracterizado por su empanizado, a base de lomo de cerdo con un baño de salsa picante tipo sriracha.

Para cualquiera de estas variedades, Umami cuenta con una carta de bebidas de Asia, que incluye desde cervezas japonesas y coreanas, hasta el tradicional sake, una infusión preparada a partir de arroz.

Para chuparse los dedos... en japonés
Para chuparse los dedos... en japonés

Se encuentra en:

Allende Nte. 21, centro Histórico, Querétaro; martes a sábado, de 14:00 a 23:00 horas y domingos de 14:00 a 18:00 horas

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