Sería un error garrafal intentar reactivar clases cuando apenas 1% de la población ha recibido la vacuna, declaró Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), al hablar de lo dicho por la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP), que busca que los niños regresen a las aulas el 1 de marzo.

García Gasca remarcó que para ella Querétaro se encuentra en el semáforo epidemiológico rojo en salud, mientras que en naranja en materia económica. La UAQ analizará hasta después de las vacaciones si existen condiciones para comenzar una reactivación.

“Para mí este es un escenario B que es rojo, es naranja en lo económico, rojo en salud, todavía tenemos una prevalencia de muertes muy importante, una prevalencia de contagios muy importante. Deberíamos tener en cuenta que si podemos empezar a tener algunas actividades económicas es con todo cuidado y este escenario B tienen tener que ser asumido con mucha responsabilidad… es casi como si estuviéramos en semáforo amarillo y no estamos ni en naranja”, alertó García Gasca.

Tener actividades en las aulas resultaría inadecuado porque aún cuando no faltara 99% de la población por ser inoculada; aún después de recibir la vacuna se deben tener precauciones para evitar contagios. Regresar a clases presenciales “sería un suicidio para todos”, obligaría a aumentar la movilidad y, por tanto, llevaría a un incremento en contagios y a volver a cerrar negocios.

“Sería un error garrafal ahorita abrir escuelas, no estamos en esas condiciones. Creo que la población debe comprender que la llegada de la vacuna no es mágica y no va a resolver los problemas de un día para al otro, menos si tenemos a 1% de la población vacunada. Es un error, es muy anticipado”.

La UAQ proyecta su programación de acuerdo con un semáforo propio, declaró al remarcar que hasta después de las vacaciones de abril se analizará la posibilidad de retomar la asistencia en los salones. “Si nos va bien, si tenemos un buen panorama, hasta el verano podríamos iniciar con un proceso gradual de clases presenciales”. Dijo que la UAQ se rige por su propia programación y que cada facultad hace lo correspondiente.

“Las (actividades presenciales las) hemos estado conteniendo por el pico tan grande (de contagios) que hubo en enero, que fue terrible, y no queremos caer en errores. Ahorita si hay actividades presenciales básicas, muy controladas; prácticas profesionales y servicio social también se están llevando a cabo de forma gradual”.

Resulta urgente que la sociedad ponga de su parte para evitar que continúen creciendo los casos de contagio, de tal forma que las vacaciones de Semana Santa las vean como una responsabilidad de quedarse en casa. Las vacaciones en la UAQ se programaron del 29 de marzo al 9 de abril, al término se sabría si es posible empezar a tener clases presenciales. “Esto nos va a ayudar para que en el verano podamos empezar a pensar en, gradualmente, reincorporar algunas actividades presenciales”.

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