Unas 15 mil personas salieron hoy a manifestarse en Nueva York, frente al hotel propiedad del presidente estadunidense Donald Trump, en un nuevo episodio del movimiento conocido como “la resistencia”.

Bajo el lema "Trump no es mi presidente", los manifestantes aprovecharon esta jornada de asueto, en la que irónicamente se celebra el Día de los Presidentes, para recordar a Trump que la gran mayoría de los neoyorquinos repudia sus políticas.

Manifestaciones similares se realizaron en al menos 27 ciudades de Estados Unidos, entre ellas Los Ángeles, Chicago, Washington DC, Filadelfia y Dallas.

La policía calculó en la protesta de Nueva York una asistencia de entre 12 mil y 15 mil personas.

Con pancartas en que se leía “Ilegítimo”, “Presidente falso”, “Resiste e insiste” y “Nos negamos a aceptar un país fascista”, los manifestantes corearon a partir del mediodía y por unas tres horas el lema de batalla: “No es mi presidente”.

Personas de todas las edades y grupos étnicos gritaron: “Así es como se ve la democracia”, “¿Qué quieren? Ciencia ¿cuándo? Ahora?”, “Donald Trump se tiene que ir” y “Sin miedo, sin odio, los inmigrantes son bienvenidos aquí”.

“Donald Trump es literalmente nuestro presidente, pero de manera figurativa ha atacado todos los valores que personificamos y no representa nuestros intereses”, destacaron los organizadores de la protesta en una página de la red social de Facebook.

Los organizadores denunciaron que Trump planea cortar recursos para el estado de Nueva York, con la intención de enfrentar a la ciudadanos en contra de los migrantes.
Impugnaron además su plan para construir “un muro que nadie quiere”; sus ataques a la población musulmana; sus propuestas para construir oleoductos en territorios indígenas sagrados; su oposición a los derechos de las mujeres, y su negación del cambio climático.

“Donald Trump se opone al progreso que tanto trabajo nos ha costado alcanzar. No representa nuestros intereses. Fue electo por una minoría del público estadunidense, pero gobierna como si no hubiera resistencia. Pero sí la hay”, expresaron los organizadores.

Jessica Waye, una de las miles de estadunidenses que acudió a la marcha, declaró a Notimex que lo que sucede en Estados Unidos “no es normal” para una democracia, por lo que las personas deberían denunciar las numerosas políticas de Trump que atentan contra el tejido social.

“No sé por donde empezar para decir las cosas que me preocupan sobre Trump: los derechos de las mujeres, de los inmigrantes, de los musulmanes. Cada día que leo los periódicos me preocupo más”, afirmó Waye.

Por su parte, Erica Cox, hija de padre estadunidense y madre mexicana, señaló que este país fue forjado por inmigrantes y que las políticas de Trump amenazan esa historia y esa tradición.

“Mi mamá vino a este país como inmigrante ilegal, y mis tíos. Mi abuelo fue un bracero. Este país se construyó con su trabajo y el de otros inmigrantes, y tener un presidente que no nos da la bienvenida me hiere. Para mí eso es algo personal”, aseguró.

Cox añadió que le preocupan además las tendencias autoritarias de Trump, que manipula el miedo de la gente para enfrentar unos segmentos de la población en contra de otros.

“Pero hay mucha gente en Estados Unidos que tiene un gran corazón, y que apoya a los inmigrantes y a los mexicanos. Esta marcha es prueba de ello”, dijo.

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