La presencia de comunidades indígenas en ámbitos de la autoridad municipal, estatal o legislativa es muy importante para su desarrollo, indicó Aurelio Sigala Páez, delegado en Querétaro de la Comisión de Derechos Indígenas (CDI), al señalar que en la entidad solamente cinco de los 14 municipios que cuentan con población originaria tienen representación política en los ayuntamientos.

Posterior a que el Tribunal Electoral del Estado de Querétaro (TEEQ) entregará a la 58 Legislatura un paquete de iniciativas en materia electoral que establece, entre otras cuestiones, que exista un porcentaje de representación en los cabildos similar al listado nominal; Sigala Páez afirmó que la representatividad política en la población indígena es necesaria para incrementar su capacidad de decisión y determinación en temas como la asignación de presupuesto y acciones para preservar la cultura.

“Uno de los grandes temas es que la población indígena tiene que ver con la representación política en los ámbitos de decisión y determinación. Ahí es donde hay que buscar la presencia de ellos y no de otros sectores que decidan por ellos. Tienen que tener voz para que aporten ideas en el desarrollo”, expresó el funcionario.

“[Actualmente] se les asigna presupuestos que no alcanzan a cubrir la enorme demanda y marginación que tienen […] La población indígena, con el paso de los años, va perdiendo más factores que dan identidad a la cultura como lengua, como las tradiciones. Si no se impulsan […] poco a poco se va a ir perdiendo con el paso de los años, y sería lamentable porque las culturas indígenas son milenarias y le dieron forma a este país”, dijo el delegado de la Comisión de Derechos Indígenas.

Explicó que durante esta administración sólo los municipios de Colón, Tolimán, Cadereyta de Montes, Ezequiel Montes y Amealco de Bonfil cuentan con representación política para la población indígena.

No obstante, reconoció que otro de los temas pendientes en el ámbito político se relaciona con la igualdad de género, pues sólo en Tolimán, Colón, Ezequiel Montes y Amealco de Bonfil existe una mujer indígena que ostenta una regiduría.

“Evidentemente hay en las comunidades rasgos como en muchas sociedades, rasgos machistas, que limitan la participación de las mujeres; sin embargo, hay que considerar que en las comunidades indígenas una gran cantidad de mujeres sostienen a las familias”, sotuvo.

“En casos de municipios como Tolimán, por ejemplo, los hombres casi no están ahí, se la pasaban trabajando fuera y muchas mujeres son nombradas como autoridad en la comunidad. Falta mucho abarcar el tema de la equidad, no solamente en cargos, sino en programas públicos que se focalicen los programas y acciones a fortalecer a la mujer”, añadió.

Finalmente, señaló que en las regidurías las personas de origen indígena ostentan cargos dentro de las comisiones de asuntos indígenas en los Ayuntamientos y, en el caso de Cadereyta de Montes, una mujer encabeza el Instituto de Coordinación de Atención a Comunidades Indígenas.

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