Docentes de la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ) trabajan para crear sillas para escuelas de bajos recursos a partir de colillas de cigarros, proyecto que nació para reducir la contaminación que se genera, indicó Miguel González López, docente de la carrera de Energía Renovable.

Con moldes de acero se realizan las estructuras. Para elaborarlas en serie se requeriría de patrocinios, pues así sería posible contar con moldes de silicona que aceleren el proceso.

La idea de aprovechar las colillas de cigarro en elementos útiles surgió hace tiempo, cuando la docente Jana Aylim Mejía Toiber, especialista en adicciones, inició una colecta de ese tipo de residuos.

Esas primeras colillas se descontaminaron y aprovecharon para crear barnices para maderas, que hacían que los muebles tuvieran una mayor resistencia al fuego, idea que ya se busca poner a la venta.

Son cinco alumnos los que ayudan a ambos docentes en el proceso de elaboración de las butacas y ya se tiene la promesa de algunas compañías para entregar al equipo las colillas de cigarro que logren recolectar.

Las bancas se producen a partir la mezcla de colillas con resina, detalló la docente.

Una de las principales ventajas de emplear colillas es que no es necesario triturarlas o exponerlas al calor para darles un nuevo uso, agregó.  Dijo que las butacas son sólo un ejemplo de la gran cantidad de piezas que se pueden generar reciclando, al tiempo que se evita que crezca la contaminación y, de paso, hacer labor social.

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