Una de las principales responsabilidades del Estado Mexicano es de proporcionar seguridad, en sus personas y en sus bienes, a las y los mexicanos. Para ello, cuenta con una serie de instituciones que dependiendo de la naturaleza y fuerza de la tarea de seguridad cuentan a su vez con distintas facultades, recursos humanos y materiales. Por ejemplo, para hacer valer un reglamento municipal de tránsito, el Estado cuenta la “policía municipal”; para prevenir una serie de delitos como asaltos o robos a casa habitación, el Estado cuenta con la policía estatal. Para prevenir y enfrentar los delitos federales cometidos por los grupos criminales el Estado debiera contar con una policía federal (ahora llamada Guardia Nacional) y solo para enfrentar casos extremos, en los que el poder de fuego y fortaleza de los grupos criminales sea excesivo, el Estado cuenta con la participación de las Fuerzas Armadas.

Bajo ese modelo, en 2019 y con el pretexto de acabar con la corrupción policial, y desde la Constitución, se desapareció a la Policía Federal y se dio nacimiento a la Guardia Nacional. También se estableció que en tanto desarrollaba su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podría disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria (artículo 5 transitorio). Es de señalarse que en ese momento quedó plasmado que la Guardia Nacional debiera tener un carácter y un mando civil.

Desgraciadamente el Gobierno Federal y después de más de 3 años no ha podido desarrollar a la Guardia Nacional como se comprometió ni ha podido fortalecer a las policías estatales y municipales de lo que es corresponsable (de hecho les ha cortado prácticamente todos los apoyos y presupuestos). Por lo anterior y dado que los delitos se han disparado a niveles inaceptables, el Gobierno Federal nos pone de pretexto que 5 años no son suficientes para crear un sistema de Guardia Nacional y policías estatales y municipales eficiente y efectivo y busca extender el periodo hasta 2028.

Fuente de los Deseos: Ojalá las y los mexicanos sepamos exigir al Gobierno Federal que cumpla con la obligación de conformar primero una Guardia Nacional eficiente, efectiva y respetuosa de los derechos humanos. Segundo, apoyar el fortalecimiento de las policiales estatales y municipales.

Nota: Para más información sobre el origen y actuación de la Guardia Nacional sugiero revisar el informe 2021 del Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización en México y Causa en Común.

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