“Compañero Mario Delgado, usted no es bienvenido en Morena Querétaro, usted le va a entregar la elección al PAN”, se escucha desde la calle de Independencia hasta la terraza del restaurante donde el líder nacional de ese partido hablaba de la alianza PRI-PAN-PRD, y en la cual se cerraron filas en torno a la precandidatura de Celia Maya al gobierno del estado.

Delgado Carrillo no se inmuta. Sigue hablando de la que califica como “alianza de escalofríos”. Abajo, los manifestantes, los inconformes con la designación de Maya García como precandidata al gobierno, continúan con arengas.

La conferencia de prensa inicia una hora tarde. Delgado Carrillo estaba en un evento en el municipio de Huimilpan y que lo obligan a retrasar la agenda.

Afuera del restaurante ubicado en la calle de Venustiano Carranza, en el centro de Querétaro, se reúne un grupo de personas que se mezclan con los representantes de los medios de comunicación, los que hacen fila para ingresar al evento donde estará la plana mayor de Morena. Mario Delgado, Celia Maya, Jesús Méndez y Juan José Jiménez encabezan el acto.

Es a ellos a quienes esperan los manifestantes, quienes afirman que con Maya como candidata Morena perderá la elección al gobierno de la entidad, aunque aclaran que no están en contra de la exmagistrada, sino del proceso de elección, al que califican de opaco.

Algunos de los manifestantes son reconocidos como empleados de la Secretaría del Bienestar, cuyo exdelegado Gilberto Herrera tenía aspiraciones a ser el candidato morenista al gobierno. Otros identifican a empleados de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) como algunos de los inconformes con las encuestas de Morena.

“Y tan hicimos buena elección [de Celia Maya] que miren, los porristas de gobernador no están tan contentos porque saben que vamos a ganar, saben que la gente quiere que en Querétaro haya un cambio”, afirma el líder de Morena, mientras en la calle de Carranza una decena de personas gritan: “¡Transparencia, transparencia!”.

La manifestación comienza desde antes de que iniciara la conferencia de prensa. Los inconformes se colocan frente a la puerta del restaurante. Llevan un par de cartulinas; en una de ellas cuestionan porqué le tienen miedo a la militancia de Morena

La rueda de prensa comienza. El primero en hablar es el senador con licencia, Juan José Jiménez, quien dice que es un evento de unidad en torno a Maya.

De fondo se escuchan algunas arengas desde la calle, en donde los manifestantes también cuestionan el pasado priista del senador con licencia.

Luego habla Maya, quien destaca que hay unidad en torno a su precandidatura. “Morena va con unidad en este futuro proceso y yo, como precandidata, estoy sumando todos los esfuerzos de Morena para ir adelante”, abunda.

Después, en su intervención y de fondo los gritos de los manifestantes, Delgado Carrillo dice que Morena no le pertenece a nadie, que Morena es del pueblo de México y que sólo la gente puede decidir.

“Nosotros que estamos a favor de terminar un régimen de privilegios no podemos reclamar privilegios en el interior del partido. Todos los militantes y simpatizantes tenemos los mismos derechos.

“Por eso el hoy Presidente de la República diseñó en los estatutos que la selección candidatas y candidatos tiene dos vías: el consenso y las encuestas. Las encuestas para que la gente decida (…) y este ejercicio hemos hecho para todas las candidatas y candidatos”, afirma.

En la calle no cesan los gritos de inconformidad. “Los militantes de Morena queremos construir un partido diferente (…) Mario Delgado, estamos pidiendo sólo transparencia. No se vaya a reunir en desayunitos, en cenitas, en comiditas, con gente que ya jodió a este estado por años y décadas.

“Ya no queremos más PRI, ya no queremos más PAN. Ya no queremos más de lo mismo”, grita desde la calle un hombre micrófono en mano, que es secundado por sus compañeros manifestantes.

La rueda de prensa sigue sin mayores contratiempos. El dirigente nacional de Morena hace un reconocimiento a Celia Maya, con una trayectoria de más de cuatro décadas como impartidora de justicia. En la calle siguen pidiendo transparencia. La respuesta del líder morenista es que son los “porristas del gobernador”.

Jesús Méndez Aguilar, secretario general de Morena en funciones de líder estatal, escucha a su dirigente nacional y hace algunas anotaciones en hojas blancas, mientras escucha los gritos desde la calle. Parece inmutable detrás del cubrebocas.

Los abucheos de los manifestantes se hacen más fuertes cuando son lanzados desde la calle de Independencia. Incomodan por momentos a los dirigentes morenistas. La conferencia concluye con la tradicional fotografía.

Uno de los meseros pregunta a un reportero quién es ese tal Mario Delgado al que los que están en la calle se lo quieren comer vivo.

—Es el líder nacional de Morena —recibe como respuesta.

—Ah, por eso lo atacan. Sí, el presidente ha hecho las cosas bien —comenta el joven mesero, mientras la plana mayor de Morena se dirige a la terraza que da hacia la calle de Carranza, donde los gritos son menos fuertes.

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