Todos los días se levanta a las cinco de la mañana para preparar uniformes y desayuno, luego de mandar a sus hijos a la escuela acude a la 17 Zona Militar en Querétaro, donde trabaja como policía militar.

Monserrath Guadalupe Luna Perales trabaja en el Ejército Mexicano desde hace 7 años, asegura que ser madre de un niño de 7 y una niña de 3 años, no ha sido impedimento para desarrollarse profesionalmente, sino que sus hijos son el principal motor.

“Hay entrenamientos físicos realmente muy pesados, que tú sientes que son imposibles, y cuando tienes momentos así me dicen mis superiores ‘imagina que tus hijos te están viendo’, y en ese momento las fuerzas llegan de quién sabe dónde, pensar en ellos me motiva, me inspira a realizar mi trabajo mucho mejor. Ellos creen que yo soy invencible, que lo puedo hacer todo, y entonces yo también debo creermela”, menciona.

Influencia familiar

Monserrath comenta entre risas, que su destino siempre estuvo en el Ejército Mexicano, pues antes de ella su padre y sus abuelos también fueron militares, y aunque ella se inclinó por la construcción, pues es ingeniero industrial, finalmente se decidió a portar el uniforme.

“Me negué mucho tiempo a formar parte del ejército, aunque crecí con esto, mi papá, mis abuelos y otros familiares ya han sido soldados, entonces siempre estuve influenciada por esto. Soy Ingeniero industrial y durante varios años trabajé en eso, pero ante la incertidumbre laboral contemplé ingresar al ejército, y la verdad no me arrepiento. Convertirme en policía militar me da mucha satisfacción, además el Ejército Mexicano me da mucha seguridad a mí y a mi familia, gastos médicos, garantiza la educación de mis hijos, etc”.

Mamá "invencible"; sus hijos, el motor para servir a la Patria
Mamá "invencible"; sus hijos, el motor para servir a la Patria

Hace 7 años, cuando Monserrath ingresó al ejército, inició su preparación no sólo física, sino también académica. Cada 6 meses la policía militar actualiza sus conocimientos sobre uso de la fuerza, derechos humanos y otros temas elementales para desempeñar su trabajo, que consiste en mantener el orden y vigilar las instalaciones del cuartel y al personal de la 17 Zona Militar.

Mamá invencible

La policía militar reconoce que sus actividades en el ejército son absorbentes y que no siempre tiene oportunidad de pasar mucho tiempo con sus hijos. Sin embargo, asegura que el tiempo que pasan juntos se convierte en convivencia de calidad.

“Me levanto a las 5 de la mañana para preparar uniformes y desayunos. Desempeñar ambas labores, sí ha sido complicado, mi niña de 3 años todavía no entiende bien esta dinámica y a veces me pide que no venga a trabajar. Cuando mi primer hijo estaba recién nacido claro que sentía tristeza dejarlo con mi mamá, pero ahora él ya está acostumbrado, sabe que tengo una hora de entrada, pero que no tengo hora de salida. Siempre le muestro las instalaciones del cuartel, le explico cuál es mi trabajo, para que comprenda mejor la situación”.

Además de la disciplina, Monserrath Guadalupe asegura que ser una mamá soldado aporta muchos valores positivos a sus hijos de 7 y 3 años. Se dice orgullosa de que sus hijos respeten y valoren el trabajo que ella desempeña en la zona militar.

Mamá "invencible"; sus hijos, el motor para servir a la Patria
Mamá "invencible"; sus hijos, el motor para servir a la Patria

“A mis niños les encanta mi trabajo, a todo el mundo le presumen que su mamá es soldado. Mi niño me pregunta si yo soy capaz de mover aviones y tanques para localizar a las personas perdidas, yo le digo que sí. Ellos piensan que soy invencible, que lo puedo hacer todo y eso es lo más gratificante para mí. Aunque esta profesión es muy demandante, las satisfacciones y las ventajas son muchas y muy importantes”.

“Afortunadamente aquí en el cuartel respetan y valoran mucho nuestro papel de madres de familia, tenemos muchas facilidades para tener convivencia con nuestra familia; por ejemplo se realizan muchas actividades de convivencia familiar, pero también por ejemplo me dieron permiso de ir al festival de mis niños por el día de las madres”.

En el Ejército Mexicano la policía militar Monserrath Luna Perales encontró el equilibrio para realizar sus sueños, es decir su realización profesional y también como madre de familia.

Monserrath fue la primer mujer en convertirse en policía militar en Querétaro y también fue la primer mujer de su familia que se unió al Ejército Mexicano. A las otras mujeres que forman parte del ejército y que también son madres de familia, les reconoce su esfuerzo y dedicación, pues dice, “los hijos, nuestra familia es nuestro principal motor para realizar estas actividades como soldado”.

“También es muy notorio que el papel de la mujer en el ejército ha sido tomado en cuenta, aquí hay equidad de género, no hay diferencia de ningún tipo entre mis compañeros y yo”, comenta.

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