Agentes cuentan con la preparación suficiente para atender una emergencia como esa; es una labor que realizan por vocación, señalan los elementos
El regalo por el Día de las Madres llegó adelantado este fin de semana a dos mujeres de San Juan del Río que requirieron de la asistencia policial para recibir la llegada de sus bebés a este mundo.
En dos hechos aislados, uno ocurrido el sábado y otro el domingo, ambos por la noche, dos mujeres entraron en labor de parto, lo que llevó a que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio sanjuanense tuvieran que recurrir al auxilio.
María de Jesús García y su compañero Aurelio Rivera se encontraban el sábado en la madrugada en actividades de vigilancia y se guridad, cuando escuchan a través de la línea de 911 que hay una mujer en labor de parto en Miguel Hidalgo, por lo que se trasladan de manera inmediata al lugar, pues relata que esta no es la primera vez en que le toca asistir a una mujer en el parto, así que no lo pensó dos veces en ir a ayudar.

“Nos trasladamos de inmediato en la unidad que andábamos, nos contactamos con la madre de la femenina y, al momento de arribar, me percato que ya había expulsado a la bebé, por lo que procedo a limpiar la nariz, la boquita y a empezarle a estimular su cuerpo”.
Aunque se esperaría que sea una ambulancia la primera unidad en responder a un llamado de esto, María de Jesús destacó que ella y su compañero se encontraban más cerca del lugar y cuentan con la preparación suficiente para atender una emergencia como esta. “En este caso, yo como madre, sé que primero es la integridad del bebé y de la mamá, entonces si a mí me dan el reporte u oigo el reporte y sé que puedo ayudar, en algo, se me haría mala onda no acudir, sabiendo que ya he apoyado en dos partos anteriores”, detalla.
Esta es la tercera ocasión en la que, como policía, apoya en recibir una nueva vida; cuenta que el primero fue en febrero de 2021 y el segundo en abril de ese mismo año, por lo que asegura que no sintió temor de ir a apoyar en una labor como esta, pues además cuenta con cursos y capacitaciones.
Resalta que, desde el segundo parto en el que apoyó, los paramédicos le explicaron cómo atender este tipo de emergencias, por lo que ya no llegó cuestionándose sobre lo que tiene que hacer.

“Lo que procedo a hacer es pedirle a la madre de la femenina que me preste cobijas, ya que la toalla en la que traían envuelta a la bebé, se encontraba demasiado húmeda, e inmediatamente pido a mi compañero que solicite servicios de emergencia para valorar a la mañana y a la menor”, declaró.
Destaca que para ella esta experiencia significa una gran satisfacción, porque sabe que, como parte de la corporación puede brindar el apoyo a quien así lo requiera.
Por su parte, Aurelio Rivera, compañero de María de Jesús, comenta que fue la primera vez en que le tocó atender un nacimiento, pero más que nervios o temor, es una labor que realizan por vocación, por lo que el primer instinto es acudir a ayudar a quien lo necesite e incluso recuerda que ya en una ocasión tuvo que atender una emergencia con un bebé que se asfixiaba.
“En esa ocasión estaba en un reporte de una riña, estábamos dialogando con los reportajes, cuando sale la mamá corriendo con la bebé, porque se estaba ahogando, la bebé ya estaba moradita y lo que hice yo fue quitársela, ponerla en mi brazo y con mi mano darle palmaditas en la espalda y fue así como la bebé logró responder y se restableció”, recuerda.

Apenas 24 horas después, otras unidades de elementos municipales se encontraban de igual forma realizando labores de vigilancia, cuando reciben la solicitud de apoyo para el traslado de otra mujer que se encontraba en labor de parto, por lo que uno de los policías que atiende es David Lomelí, policía tercero de la corporación.
“Hacen el llamado para que se les abanderara el camino, que se les abriera paso entre los vehículos, y cuando lo ubicamos le hacemos señales para que nos siga, pero en ese momento notó que la persona que viene conduciendo es una señora ya grande que viene muy nerviosa, entonces le digo a mi compañero que frene la unidad, desciendo y le pido tomar el control de su vehículo a lo que accede”, comenta.
Señala que, debido a que la mujer que conducía el auto venía muy nerviosa y prácticamente en estado de shock, de no haber tomado el control del vehículo, no habrían llegado a tiempo al hospital.