En un inédito recorrido, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió por primera vez a medios de comunicación sus oficinas, salones y rincones de Palacio Nacional que nunca habían sido mostrados públicamente por cuestiones de seguridad nacional.

De manera sorpresiva, el titular del Ejecutivo se convirtió literal en un guía de turistas para una veintena de reporteros de la fuente presidencial para mostrar espacios en donde se reúne a diario con su gabinete, recibe a jefes de Estado, empresarios, gobernadores, líderes religiosos, deportistas y donde ha tomado las decisiones más importantes.

En medio de los fuertes señalamientos que ha hecho en los últimos días a la prensa mexicana, a la cual ha tachado de “vendida” y de estar a merced de grupos de intereses creados, el Mandatario federal dedicó cerca de una hora de su agenda para recorrer parte del recinto histórico construido en el siglo XVI.

“¡Pásenle!”, fue el llamado que hizo el Presidente a las 8:55 horas, tras finalizar su conferencia mañanera, en el área no histórica y que hasta antes de su llegada estaba bajo el mando del ahora extinto Estado Mayor Presidencial (EMP).

El inédito recorrido —que fue sonorizado por las melodías de un organillero proveniente del exterior—, inició en el Salón Trabajadores de la Salud 2020, nombrado así en honor al personal de salud que interviene en el combate a la pandemia de Covid.

Al llegar más adelante al Salón Ignacio Zaragoza, denominado así en honor al militar que derrotó al ejército francés en la Batalla de Puebla, éste se encontraba cerrado, por lo que pidió a su equipo de ayudantía que buscara las llaves.

“A ver si traen las llaves... ¿No hay? Dile que las traigan”, pidió el Mandatario.

Luego de conseguirlas, dentro de este salón detalló que ahí de lunes a viernes de 6:00 a 7:00 de la mañana se llevan a cabo las reuniones del gabinete de seguridad y mostró los lugares donde se sienta cada funcionario; fue aquí donde reiteró que el momento más difícil de su gobierno ha sido la tragedia de la explosión de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, donde murieron más de 100 personas.

Al continuar con el recorrido por la sala Daniel Cabrera… y Los Olvidados, la cual se construyó en homenaje a periodistas y luchadores sociales, mostró al enjambre de reporteros fotografías de Carlos Monsiváis y José Revueltas, pero también de guerrilleros como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.

Informó que la Silla Presidencial con el Escudo Nacional bordado que hay en ese salón es “lo único que vino de Los Pinos, es lo único que traemos”.

Ya encarrerado, mientras disfrutaba mostrar lo que es ahora su hogar, y pese a que solamente había dicho que enseñaría estos salones, preguntó a la prensa: “¿Quieren ver la parte histórica?”, a lo que se respondió al unísono con un “¡sí!”.

“Esta acta sí es legal, es legítima”

En su despacho presidencial, y ante la solicitud de la prensa, accedió a posar sentado en la Silla Presidencial, a un costado del famoso “teléfono rojo”, aunque no quiso levantarlo simulando hablar en él, pero lo que sí presumió fue la constancia de mayoría que le entregó el Tribunal Electoral que lo declaraba como presidente electo de México para el periodo 2018-2024.

“Esta es el acta que me dieron cuando ganamos la elección. Esta es legal y es legítima, no es espuria… Es de verdad”, comentó entre risas antes de mostrar el elevador más antiguo de Palacio Nacional y que data de la época porfirista.

Mientras daba detalles de cada lugar, el Presidente mostró los salones Morisco y Embajadores, donde se encuentra el Balcón Presidencial, y manifestó su tristeza por haber dado los últimos dos años el Grito de Independencia con el Zócalo vacío por la pandemia, pero adelantó que este año sí habrá acceso a la población.

Sin embargo, López Obrador no quiso salir al Balcón Presidencial, puesto que en ese momento se llevaba a cabo una protesta afuera del Palacio Nacional.

En el pasillo de las Galerías de los Presidentes, Andrés Manuel López Obrador afirmó que le gustaría remover aquellos objetos de la época del imperio de Maximiliano de Habsburgo y aseguró que la parte que más le gusta es el área donde vivió el presidente Benito Juárez.

Después de reconocer que a su familia no le gusta residir en este lugar, afirmó que en Palacio ya no espantan “fantasmas conservadores” y que la Silla Presidencial ya no está embrujada, porque le mandó a hacer “de manera precavida” una limpia.

“¿Qué se siente vivir aquí?”, se le preguntó.

“Es un honor, porque es la historia. No es lo mejor para la familia, porque vivimos en un departamento, no es lo mismo que una casa”, reconoció.

Para finalizar, luego de casi una hora de recorrido, el Presidente se despidió de los integrantes de la prensa con la promesa de que en un futuro se harán más recorridos en otras zonas de Palacio Nacional.

Google News

TEMAS RELACIONADOS