Llenas de euforia, cansadas de la violencia que viven a diario en la calle, en el transporte público, escuelas, trabajos o en sus hogares, miles de mujeres se dieron cita, primero en la Alameda Central y después en la plancha del Zócalo, para replicar el performance Un violador en tu camino.

De forma pacífica, pero sin que por ello dejara de ser un reclamo firme, fuerte y claro, la impresionante coreografía se repitió no sólo en la capital del país.

Los pasos y gritos sincronizados lo mismo tuvieron resonancia en Ecatepec —considerado uno de los municipios más peligrosos para quien es mujer— y Toluca. También en ciudades de Oaxaca, Tamaulipas, Hidalgo, Nuevo León, San Luis Potosí, Quintana Roo, Coahuila, Jalisco, Chiapas y Michoacán.

“¡Tranquilo, policía, no vamos a vandalizar, no vamos rayar! Escucha, policía, tu hija está en la lucha”, gritó el grupo de mujeres que se dirigía al Zócalo, al encontrarse con el primer dispositivo de seguridad que resguardaba el Palacio de Bellas Artes.

Convocadas principalmente en redes sociales, en armonía con las manifestaciones a nivel internacional, las mujeres llegaron al ensayo preparadas con sus pañuelos verdes y morados, y con la cinta que posteriormente se colocarían en los ojos empezaron a ensayar la letra de la canción, los pasos.

Poco a poco fueron afinando detalles desde el kiosko: “Compañeras, hay que iniciar con el puño izquierdo y al lado izquierdo, podemos omitir un conector para que nos alcance el tiempo, al finalizar hagamos un minuto de silencio por todas las muertas. ¡No! ¡Ya basta de silencio, debemos pedir eso, no más silencio”, eran algunas de las diferencias que unificaron en la Alameda Central.

Desde muy temprano se pudo observar el arribo de algunas mujeres con niños pequeños en brazos, como fue el caso de Belifet Antones, quien asistió con su hija de dos años de edad, desde las 15:00 horas, para los ensayos, porque ella espera que con ese tipo de manifestaciones logre dejarle a su hija un mejor futuro en el que la violencia no esté normalizada.

“Lucho por mí, por mi generación de jóvenes, por la generación de mi hija, porque creo que las mujeres haciendo este tipo de manifestaciones podemos lograr algo mejor para nosotras, porque yo no quiero heredarle este México de violencia a mi hija, que no crezca pensando en esta violencia machista, yo quiero que ella salga a las calles y que su voz se escuche y nadie la asesine, que nadie la viole”, comentó.

“Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos”; “Ni una más, ni una asesinada más”, avanzaron las mujeres por la avenida 5 de Mayo. Algunos curiosos que se encontraban en los edificios aledaños se asomaban, otros grabaron y unos más incluso las apoyaban.

Con sorpresa y mucha alegría, a las 17:35 horas, el contingente llegó a la Plaza de la Constitución y observó que otro grupo muy numeroso de mujeres estaba esperándolas.

Al comenzar el performance Un violador en tu camino pidieron que las mujeres con hijos estuvieran al frente, y también tuvieron que realizar al menos tres intentos.

Después inició una coordinada cuenta regresiva, el eco que surgió desde el Zócalo capitalino parecía rebotar en los edificios históricos.

Comenzó a escucharse: “El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer...”, con miles de mujeres con los ojos cubiertos y replicando la coreografía chilena en protesta.

Al concluir la primera presentación continuaron las consignas, los brincos y los gritos, pero las ansias de la multitud congregada no les permitieron quedarse así y decidieron repetir lo coreografía.

Poco a poco se fueron retirando, mientras algunos colectivos seguían gritando consignas, otros pintaron el suelo de la Plaza de la Constitución con gises y pintura de agua, pegaron calcomanías negras con cruces rosas, con las que buscan que no se olviden los feminicidios.

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