De 2013 a la fecha, la empresa Pigudi Gastronómico S.A. de C.V. ha obtenido contratos del gobierno federal por 450 millones 200 mil 493 pesos, de acuerdo con los registros localizados a través del sistema CompraNet.

Sólo durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto la empresa se hizo de un total de 100 contratos por 402 millones 321 mil 404 pesos. De acuerdo con la información existente, en 75 casos se entregaron por adjudicación directa; 13 se dieron por licitación pública federal, y 12 por invitación a más de tres personas.

En lo que va de 2019, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, Pigudi Gastronómico ha obtenido otros contratos con cinco dependencias federales que ya eran sus clientas: Nacional Financiera (Nafin), la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, el Hospital General Dr. Manuel Gea González, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

De siete contratos que obtuvo con dichas dependencias, cinco fueron por licitación pública, uno más por invitación a cuando menos tres personas y una adjudicación directa. En total, según publicó ayer EL UNIVERSAL, dichos contratos le redituaron 47 millones 879 mil 89 pesos.

En el contrato de Nafin, Pigudi Gastronómico fue la única que se presentó de las cinco empresas que fueron invitadas; en el primero de los tres contratos con Conaliteg, su única competidora Casa Álvarez Gourmet no cumplió los requerimientos técnicos que se pedían y después no se volvió a presentar.

En la licitación lanzada por la SRE, las otras dos competidoras presentaron propuestas que rebasaban el presupuesto. Encontrada nuevamente con Casa Álvarez Gourmet para competir, esta última pidió 644 mil 690 pesos para organizar la Rosca de Reyes; dicha propuesta rebasaba en 56% el presupuesto máximo de la Cancillería, que era de 280 mil pesos. El evento se le adjudicó a Pigudi Gastronómico, la cual ofertó el servicio por 241 mil 380.

Ambas empresas volvieron a competir para la organización del Día de la Candelaria. Ahí, Pigudi Gastronómico ofertó 185 mil 910 pesos; Yerik Marketing, 178 mil 145 pesos, y Casa Álvarez Gourmet se quedó con el contrato al cotizar el servicio de atole y tamales por 137 mil 501 pesos más impuestos.

En el Registro Público del Comercio, Yerik Marketing tiene 44 objetos sociales principales: desde prestar servicios de salón de belleza y aplicación de uñas, operación de estacionamientos, venta, compra y arrendamiento de equipo médico, instrumental quirúrgico y equipamiento hospitalario hasta la compra y venta de alimentos y comestibles.

Los principales clientes de Pigudi Gastronómico a lo largo del sexenio peñanietista y lo que va del lopezobradorista son el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, el Hospital General Dr. Manuel Gea González, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y la Secretaría de Relaciones Exteriores.

También ha prestado servicios al ISSSTE, la Autoridad Educativa de la Ciudad de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.

Ofrece servicios como elaboración de alimentos, comedor, suministro de insumos para comedores de negocio y de funcionarios, así como adquisición de productos alimenticios para el personal de las dependencias y entidades. Venden desde café y galletas hasta cortes de carne y salmón fresco chileno.

En el Registro Público de Comercio no se localizó a Pigudi Gastronómico; los teléfonos que presentó en el acta de apertura y proposiciones que entregó para la licitación con Nafin eran incorrectos.

Abarrotes

De los 100 contratos que Pigudi Gastronómico obtuvo en 2018, cuatro de ellos fueron de la Presidencia por 19 millones 724 mil 137 pesos, todos para la adquisición de abarrotes, alimentos y alimentos no perecederos, como galletas, café y refrescos.

En otras dependencias como en la SHCP, para atender la oficina del entonces titular José Antonio González Anaya se gastaron 3 millones 680 mil pesos en productos como alitas, anchoas, almejas, arrachera, chistorra, ossobuco (un corte de ternera) y vinos tinto y blanco.

Ayer, EL UNIVERSAL publicó que en esta administración, Nafin y Conacyt contrataron a esta empresa para surtir productos gourmet por 2.7 millones de pesos en el primer caso, y para administrar el comedor de empleados de Conacyt por 15 millones.

En la administración de Andrés Manuel López Obrador no todos los contratos se han hecho con Pigudi, pero no ha faltado quien surta productos gourmet a las instituciones.

Por ejemplo, la Secretaría de Educación Pública (SEP), a cargo de Esteban Moctezuma Barragán, gastó 2 millones 227 mil 189 pesos con la empresa Abastecedora y Distribuidora GARA S.A. de C.V. para surtir una lista de más de 300 productos.

Entre ellos, queso brie artesanal, roquefort de leche de oveja, chistorra, arrachera, cortes de carne, camarones y atún sellado al vacío, además de salmones fresco y ahumado, así como pulpo.

También gastó 12 mil 796 pesos en 52 botes de helado Haagen Dazs, en 246 pesos cada uno, 17% más alto que en el súper. Igualmente a sobreprecio y por un total de 29 mil 640 pesos, nueces de la India de la marca Kirkland, que pagó 5.4% más caro.

Al igual que lo ocurrido con Educación Pública y Nafin, se encontró que la mayoría de las instituciones surten comedores y cafeterías con productos que se consumen en comercios regulares pero en los fallos se aprecia un sobrecosto.

Por ejemplo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en Colima compró 203 mil 296 pesos en productos alimenticios de cafetería, muy por encima de los precios comerciales en tiendas de conveniencia y de autoservicios.

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