Después del 1 de diciembre, en la calle Corregidora del Centro Histórico, a lado de los vendedores ambulantes, se observa un auto solitario, sin seguridad, expuesto, estacionado en el paso peatonal junto a Palacio Nacional. Es un Jetta blanco al que los transeúntes examinan, en ocasiones para revisar su interior, otras veces para comprobar si pertenece al Ejecutivo federal.

El automóvil es un Volkswagen Jetta Clásico GL Team, transmisión manual, modelo 2013 y que sirve como vehículo de avanzada para el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El vehículo, con matrícula M30- AHW tiene dos multas que no han sido pagadas desde el 23 de octubre y el 19 de agosto de 2018, ambas por rebasar el límite de velocidad permitido, infracciones que ascienden a un total de mil 203 pesos (377 pesos por la primera y 826 por la segunda), de acuerdo con el sistema de infracciones de la Ciudad de México consultado por EL UNIVERSAL.

El Presidente cuenta con dos vehículos muy similares al tipo Jetta. Uno, en el que viaja a todos lados, con matrícula 625-YPH, que resguarda dentro de Palacio Nacional. Sin embargo, el otro (M30-AHW) se puede encontrar a todas horas estacionado en la calle, sin mayor vigilancia que la de un soldado que cuida una de las puertas cercanas de Palacio Nacional, pero que no está asignado al resguardo del vehículo. La unidad está expuesta.

Según la prensa de Presidencia, sirve como vehículo de avanzada y es conducido por uno de los dos choferes de López Obrador: ya sea Roberto o Cuauhtémoc.

Una vez que el Jefe del Ejecutivo federal sale de Palacio Nacional rumbo a algún sitio, el automotor M30-AHW arranca primero y lleva el paso, mientras que el vehículo 625- YPH, con el mandatario nacional a bordo, lo sigue de cerca. Esto puede cambiar en algunas ocasiones dependiendo de la logística.

Incluso algunas veces, sus colaboradores y personal de su gabinete viaja en este vehículo de avanzada.

Estos dos automóviles sencillos, sin protección ni blindaje han sustituido a la flota de 280 unidades, entre éstas, 80 camionetas blindadas, que tenía el Estado Mayor Presidencial (EMP) y que en administraciones pasadas estaban a disposición del Presidente de la República y de los funcionarios del gabinete federal.

Las personas que reconocen el Jetta blanco estacionado en Corregidora se acercan al automóvil para hacer constar que lo tuvieron de frente: lo capturan con las cámaras de sus celulares.

Algunos días se aparecen unos cuantos policías, pero ellos tampoco cuidan el automóvil, sólo mantienen la seguridad en Corregidora. Para otras personas, el vehículo sencillo, de gama media, pasa por inadvertido.

En varias ocasiones, la esposa del presidente López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, ha reconocido que la seguridad del Mandatario nacional es insuficiente para un jefe de Estado, y eso debería incrementarse por un tema de seguridad nacional; no obstante, el Presidente cambió al EMP por un cuerpo de resguardo civil llamado la Ayudantía, y que se compone de 20 personas sin preparación policiaca. Los vehículos en los que viajan estos miembros de seguridad del titular del Ejecutivo federal también son convencionales.

Buscan dar utilidad a unidades. Ahora, de acuerdo con información de Presidencia, no se utilizarán los vehículos de lo que fue el EMP. Un total de 280 unidades están resguardadas y analizan cómo podría utilizarlas López Obrador, esto debido al plan de austeridad que echó a andar desde el inicio de su administración.

A pesar de ello, en la gira que realizó el Presidente el pasado viernes hacia Tlapa, Guerrero, se utilizaron vehículos que estaban asignados al Estado Mayor Presidencial. El Mandatario nacional viajó a las montañas de Guerrero en tres camionetas tipo Suburban, dos de éstas de color negro y una plateada.

Estos vehículos circularon a manera de convoy en uno de los estados y regiones más inseguras del país, y su trayecto fue vigilado por efectivos de la Policía Federal.

bft

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