En los principales cruceros de la capital de Querétaro es posible encontrar a jóvenes, niños, adultos que usan el sitio para lavar parabrisas de los coches que por ahí circulan, sólo en el cruce entre Pasteur y Constituyentes hay al alrededor de cinco jóvenes que, diariamente, hacen de este trazo su lugar de trabajo.

El cruce entre avenida Zaragoza y Pasteur es otro punto donde se aprecia más presencia de lava parabrisas.

En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, estos jóvenes platicaron las diversas situaciones que los aquejan al trabajar bajo el semáforo.

“En este crucero me ha pasado que me han llegado a atropellar dos veces. Los conductores se han bajado para quererme golpear. Aquí nos exponemos mucho al sol, al peligro de que nos atropellen”, externó un hombre que ha pasado sus últimos 16 años dedicado a esta labor.

Además, narró la forma en la que los han atropellado. “Es por lo mismo de que cuando estamos limpiando, se acaba el semáforo y se arrancan. Pero nomás el aventoncito y ya, no es mucho”.

A los infortunios con automovilistas, aseguran, se incorpora el enfrentamiento con elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), pues obvian los altercados entre choferes y lavadores.

De la posibilidad de acudir al Poder judicial cuando padecen atropellos, expresan que “pa´ qué, si la justicia no hace nada por nosotros. En vez de que ellos se frieguen a aquellos nos frieguen a nosotros. Nos dicen, andas drogado, tú tuviste la culpa. Uno se enfrenta a mucha corrupción con los policías”.

Los entrevistados asentaron que aún cuando son algunos quienes lavadores los que sí usan estupefacientes, esta percepción se propaga para los demás, situación que los policías usan como pretexto para desprenderlos de su dinero.

De los policías que los despojan de su ingresos, aseguran que “no nomás es uno, son bastantes. Nos quitan nuestro poco dinero que gastamos, porque por unos pagamos todos y piensan que todos somos iguales. Son puros municipales, nos quitan el dinero y se lo llevan”, explica uno de los trabajadores.

La jornada laboral

Desde las 6:00 hasta las 21:00 horas se cuenta el tiempo que pasan entre carro y carro, entre el pase y el siga.

“Trabajamos desde las seis de la mañana hasta las nueve u ocho de la noche”. Antes de otra preguntan se anticipan a decir, “horas de comida no tenemos”.

En cambio, sí procuran un espacio de tiempo libre cuando la afluencia vehicular disminuye: “un rato de descanso cuando se cortan los carros, pero cuando no hay que trabajarle todo el día”.

Diariamente, sus ingresos suman entre 50 y 100 pesos, dinero que proviene de la voluntad del automovilista. “Aquí te ganas lo que te da el cliente, no tenemos un sueldo base, es lo que sacamos. La ganancia viene variando entre 50 y 100 pesos por día. Trabajamos toda la semana y los 365 días del año”.

Asimismo, narraron que estos recursos no les alcanzan. “No es suficiente pero siquiera es para sobrevivir y llevar algo a la casa. Con esto cubrimos la poca comida y la poca renta que pagamos (…) hay que pagar rentas y todo eso”.

Entre años y meses en los que se han dedicado a esta labor, también han pensado en ingresar a un trabajo que les permita tener un sueldo fijo pero “cuando voy me dicen que no hay y te enfrentas a que gastas puros pasajes y luego no hay trabajo y aquí por lo menos tienes una moneda segura, unos 10 o 20 pesos seguros”.

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