Resulta común encontrar lugares de estacionamiento asignados a personas con discapacidad, ocupados por conductores que no forman parte de este sector de la sociedad, lo que causa tremenda indignación entre las personas que requieren este tipo de espacios. Todo esto, en ocasiones con aprobación de policías municipales que permiten por “nada más 3 minutitos” estacionarse a quienes así lo solicitan. En un recorrido realizado por El Universal Querétaro en la calle de Morelos, se pudieron apreciar por lo menos 5 vehículos estacionados en este tipo de estacionamientos, y que no contaban con las placas de circulación oficial, asignada a personas con discapacidad. De acuerdo a información vertida por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Querétaro, durante el año se han generado 2 mil 663 infracciones tan solo en la capital queretana, a conductores que ocupan arbitrariamente espacios para personas con discapacidad. Ana Yolanda López Domínguez, directora de Queretanos Unidos por la Discapacidad AC, aseguró que es falta de consciencia por parte de los ciudadanos que no sufren de ningún tipo de discapacidad y que optan por utilizar estos espacios. “No saben el coraje que da llegar a un ‘espacio azul’ y ver que está ocupado por personas que no presentan ninguna discapacidad, lo peor es que no podemos hacer nada, no podemos detener la circulación hasta que llegue el dueño de ese vehículo y lo mueva, nos tenemos que ir a buscar otro espacio aunque eso represente trasladarnos por muchos más metros en sillas de ruedas o muletas, o cualquier otros dispositivo, eso representa mucho trabajo para nosotros”, indicó la activista. Explicó que de acuerdo a su experiencia, esta situación se ha vuelto cada vez más regular, pues dijo, cuando fueron asignados estos espacios, la gente primero casi no los respetaba, luego se percataron que violarlos representaba una multa que les afectaba al bolsillo, por lo que comenzaron a respetar estos espacios. Sin embargo, agregó, posteriormente se fueron familiarizando con estos lugares y “otra vez ya cuesta trabajo encontrar que sean 100% respetados estos lugares”, sentenció. Por ello, explicó, falta trabajar mucho en lo que es una cultura integral de respeto hacia las personas con discapacidad, pues la poca empatía que existe hacia este sector de la sociedad, es parte de lo que coadyuva a que no se respeten algunos de sus derechos.

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