El Grupo GMI desarrolló un proyecto de vivienda sustentable basado en sistemas de eficiencia energética y del agua, el cual considera también actividades productivas para zonas rurales, dio a conocer dicha compañía.

Las tecnologías aplicadas en estos hogares significan ahorros de energía de al menos 40%.

El Grupo indicó a través de un comunicado, que se trata de una vivienda de dimensiones ajustables, basada en un diseño bioclimático con materiales industrializados de fácil instalación y altamente resistentes, así como en ecotecnias —como páneles solares, captación pluvial, biofiltro y baño seco—, que maximizan el aprovechamiento de recursos para volverla autosostenible y productiva sin la necesidad de gastar dinero.

El proyecto fue reconocido esta semana con el premio Eco CIHAC 2013 por el concepto de Vivienda Productiva Sustentable.

GMI participó en las categorías de eficiencia energética y eficiencia del agua. “Este logro es el resultado de un gran esfuerzo y trabajo en equipo”, afirmó el presidente del Grupo, Óscar Peralta Navarrete.

“Formamos un grupo multidisciplinario en el que GMI participó con tecnología y capacidad productiva; Intragreen y el Centro de Innovación de Agricultura en Pequeña Escala (CIASPE), apoyaron con el desarrollo de las ecotecnias, y nuestro nuevo Centro de Innovación e Investigación de Sistemas para la Edificación y Energías Renovables, colaboró con innovación y el sustento académico”, aseguró el presidente de GMI.

Expuso que la vivienda productiva sustentable contribuye a la reducción del consumo de energía desde el proceso de fabricación de los materiales.

De acuerdo con información de GMI, los materiales de este tipo de vivienda vienen empacados en kits y su transporte se hace en un solo trayecto, lo que reduce al mínimo el gasto en combustible para el flete.

El Grupo aseguró que la obra es limpia y seca, ya que no requiere de agua, ni genera desperdicios. El armado y la instalación se realizan en cinco días, con una cuadrilla de cuatro personas y con herramientas básicas, evitando el alto consumo energético de maquinaria pesada.

Los muros de páneles, compuestos por placas de óxido de magnesio y poliestireno expandido (EPS) de alta densidad, así como la techumbre de teja de acero galvanizada y pre-pintada, también con EPS, garantizan un ahorro de energía mínimo de 40% por concepto de la envolvente, dijo Peralta Navarrete.

Dado que la agricultura y la ganadería forman parte de la vida cotidiana en las zonas rurales, el diseño bioclimático contempló la incorporación de huertos de traspatio, de acuerdo con el Grupo.

“El baño seco y el biofiltro producen los insumos necesarios para mantener este huerto. Si le incorporamos los gallineros o conejeras que desarrollamos, aseguramos también la ingesta de proteínas en el hogar. Buscamos sumarnos a los esfuerzos de la Cruzada Nacional Contra el Hambre,” enfatizó.

Con el huerto de traspatio y el gallinero se contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional.

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